Prólogo
La presentación en el A-Nation había terminado, como nunca antes había terminado tan agotado, lleno de emociones por haber vuelto a cantar las canciones que alguna vez canto con los tres que partieron. Aunque ya hace mucho había decidido retomar sus actividades y dejar de esconderse no podía evitar sentirse un poco culpable, sobre todo porque sabía que habrían muchas de las cuales se hacían llamar sus fans que los criticarían por lo que estaban haciendo.
“Proteger el nombre de TVXQ” se repetía constantemente, “proteger su nombre” “protegerme a mí y a mi hyung”. Eran sus lemas desde el día que deicidio que no sería más el miembro débil y tímido, ahora estaba solamente con Yunho, su “hermano” que pese a todas las miradas y vueltas de espalda que les habían dado, ahí estaba, superándose por las mismas razones que él. Por eso sentía que no podía abandonarlo. No sería justo.
Su respiración era agitada, ya no podía sudar más y le urgia un baño, tenía tantas emociones, que no podía explicar cómo se sentía en ese momento, quería llorar, pero no sabía si era de felicidad o de rabia.
Una toalla cubria su cabeza mientras esperaba que Yunho saliera del baño, jugaba con un brazalete que tenía en su muñeca, hasta que sintió un golpe en su hombro que lo sacó de su ensimismamiento.
-Esta lista la ducha – Le dijo Yunho sentándose a su lado, sin nada más que una toalla que cubría sus partes más íntimas. Lo quedo mirando al ver que no le respondia. – Te sucede algo?...- le preguntó. No recibió respuesta inmediata de Changmin, solo su cabeza apoyándose sobre su hombro.
-No es nada hyung, es solo que… - pensó-… todo esto me da algo de nostalgia. Yunho se puso de pie, ya le estaba agotando un poco el tener que recordar a quienes sentía le habían dado la espalda
-Ya hemos hablado esto Minnie- le dijo mientras tomaba su rostro con una de sus manos y se acercaba de manera brusca.
-Lo sé Yunho – su reacción lo había asustado un poco- es solo que …
-Es solo que nada…- y no lo dejo continuar porque fue con un beso en sus labios secos que lo hizo callar, y fue asi como apagó todo pensamiento incomodo, borro toda angustia, dándole a entender nuevamente que no importaba quienes se habían ido, si no que lo que importaba era quienes estaban. Yunho y él.
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La presentación en el A-Nation había terminado, como nunca antes había terminado tan agotado, lleno de emociones por haber vuelto a cantar las canciones que alguna vez canto con los tres que partieron. Aunque ya hace mucho había decidido retomar sus actividades y dejar de esconderse no podía evitar sentirse un poco culpable, sobre todo porque sabía que habrían muchas de las cuales se hacían llamar sus fans que los criticarían por lo que estaban haciendo.
“Proteger el nombre de TVXQ” se repetía constantemente, “proteger su nombre” “protegerme a mí y a mi hyung”. Eran sus lemas desde el día que deicidio que no sería más el miembro débil y tímido, ahora estaba solamente con Yunho, su “hermano” que pese a todas las miradas y vueltas de espalda que les habían dado, ahí estaba, superándose por las mismas razones que él. Por eso sentía que no podía abandonarlo. No sería justo.
Su respiración era agitada, ya no podía sudar más y le urgia un baño, tenía tantas emociones, que no podía explicar cómo se sentía en ese momento, quería llorar, pero no sabía si era de felicidad o de rabia.
Una toalla cubria su cabeza mientras esperaba que Yunho saliera del baño, jugaba con un brazalete que tenía en su muñeca, hasta que sintió un golpe en su hombro que lo sacó de su ensimismamiento.
-Esta lista la ducha – Le dijo Yunho sentándose a su lado, sin nada más que una toalla que cubría sus partes más íntimas. Lo quedo mirando al ver que no le respondia. – Te sucede algo?...- le preguntó. No recibió respuesta inmediata de Changmin, solo su cabeza apoyándose sobre su hombro.
-No es nada hyung, es solo que… - pensó-… todo esto me da algo de nostalgia. Yunho se puso de pie, ya le estaba agotando un poco el tener que recordar a quienes sentía le habían dado la espalda
-Ya hemos hablado esto Minnie- le dijo mientras tomaba su rostro con una de sus manos y se acercaba de manera brusca.
-Lo sé Yunho – su reacción lo había asustado un poco- es solo que …
-Es solo que nada…- y no lo dejo continuar porque fue con un beso en sus labios secos que lo hizo callar, y fue asi como apagó todo pensamiento incomodo, borro toda angustia, dándole a entender nuevamente que no importaba quienes se habían ido, si no que lo que importaba era quienes estaban. Yunho y él.
