• Imagen 1 MINBOTIC
    ¿Que harias si la persona que siempre soñaste, ese que con una sola sonrisa hace despegar tus pies de la tierra y enviarte directamente a pluton, tomar tu estomago y estremecerlo, apareciera frente a tu puerta, dispuesto a cumplir todos tus deseos?¿Que harias si ese costoso regalo que siempre quisiste llegara misteriosamente a tu casa, sin remitente y sin nadie que pueda identificar al que lo envio?
  • Imagen 2 Pasajero de tus Sueños
    Tus sueños son el mejor lugar para estar juntos~ Tu y yo hasta la eternidad.
  • Imagen 3 No es cosa de Tiempo
    ¿Cuanto tiempo debe pasar para dejar de amar? Changmin y Jaejoong, dos chicos que no saben lo que quieren, o que tienen muy claro lo que necesitan.
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Indice

On 29 de agosto de 2010 0 post

Terminadas
  • No es cosa de Tiempo:
FanFic de tematica Yaoi, con la pareja Changmin y Jaejoong del grupo TVXQ cuenta de 10 capitulos.

Resumen: Changmin esta enamorado de Jaejoong, pero decide partir a un lugar donde podra estar mejor. Solo hasta cuando se vuelven a encontrar.

Capitulos:
Capitulo 8

  • Una Historia de Ron
Fanfic de tematica hetero, con la pareja Ron Weasley y Hermione Granger, ambos personajes de la saga Harry Potter. Consta de 7 capitulos

Capítulos:

  • Minbotic
FanFic de tematica hetero, exlusivo de Changmin integrante del grupo TVXQ.
Resumen: Changmin y los demas integrantes desean tener vacaciones, pero solo el se atreve a hacerse pasar por un robot llamado Minbotic, creado para que las fans los pudieran tener. Asi es como conoce a SooJin una niña bastante torpe y soñadora.

One Shot
  • Dos palabras, Una Consecuencia
Fanfic Yaoi con las parejas Yoochun y Junsu del grupo TVXQ, es solo un capitulo.
Resumen: Yoochun esta a unos momentos de casarse...

Por Terminar
Una Historia de Hermione
Encuentro

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No es cosa de tiempo Capitulo 10

On 23 de agosto de 2010 0 post

By:Chio Changmin
Pareja: JaeMin / MinJae
Advertencias: HombrexHombre
Agradecimientos: A la ||Shisu|| por el nombre del fic y por inspirarme yaoisticamente


No es cosa de tiempo

Capitulo Final


Changmin fue el primero en despertar, ver a Jaejoong dormido, tan tranquilo y tan diferente a como era cuando estaba haciendo el amor o cuando estaba frente a las demás personas, ese era el verdadero Jae, el que amaba de pies a cabeza, cada centímetro de su cuerpo. Una de sus manos se perdió entre la cabellera castaña del joven, masajeando su cabeza tiernamente sin intenciones de verlo despertar. Sus labios alcanzaron los del chico que dormía placenteramente. Era un dulce que necesitaba probar a cada segundo.

-Amor... –le susurro para despertarlo, reviso el reloj que tenia a su lado.

–Amor...- volvió a decirle- son las 3 de la tarde…

-uumh?- Jae abria poco a poco sus ojos y se reacomodaba entre los brazos de Changmin, alcanzando su torso desnudo con sus labios.

-Amor… es tarde ya… Debo partir.


Changmin había pronunciado las palabras que Jae no quería oir, saber que tenia que verlo partir era una cosa, pero que llegara el momento era otra muy distinta. Intentó no abrir sus ojos y de esa manera detener el tiempo por unos cuantos segundos para poder pensar en como lo despediría, en como lo vería partir, como se comunicaría con él, como lo extrañaría, como saciaría su ausencia.

-Jae – le dijo besando sus labios que se mantenían apretados presionando el tiempo para que no avanzara- preparemos algo para comer, quiero aprovechar....- No alcanzo a terminar lo que quería decir, cuando los brazos de Jae lo envolvieron repentinamente y ahogadas lagrimas humedecían su pecho desnudo.

-Solo déjame abrazarte- le dijo entrecortadamente, su llanto apagaba sus voz pero no sus sentimientos- Déjame, antes de que te vayas…-Changmin no dijo nada, solo obedeció lo que Jaejoong le pedía, sus grandes brazos lo envolvieron cálidamente sin decir una palabra, solo un te amo rompió el silencio que los acompañaba, un ultimo te amo.

No dijeron nada más, no querían hacer más difícil esa separación y poco a poco retomaron el ritmo de las cosas que aun les quedaba por hacer juntos, se levantaron para almorzar a pesar de que ya eran cerca de las 4 de la tarde, Jae no tenia ganas de cocinar algo muy complejo, quería pasar todo el tiempo que pudiera al lado de Changmin, almorzaron arroz y pescado sin soltar esa única mano libre que les quedaba para poder almorzar sin problemas.

-Sabes, cuando nos veamos de nuevo, tienes que ir tú a visitarme, quiero que conozcas donde vivo, que conozcas donde estudio, donde trabajo, los niños te van a querer mucho y les contaré a todos de ti….-Jaejoong no podía creer lo que estaba escuchando, tanto así que sus ojos se habían abierto mas grandes que un plato y se había atragantado con el arroz.

-¿Me lo estas diciendo enserio?- preguntó luego de haber recuperado la estabilidad.

-Si, ¿Por qué te estaría mintiendo con algo así? – lo miro sonriéndole.

–quiero que todos conozcan al culpable de mi estado anímico todos estos años.

-Eres un maldito enano.- Jae se había levantado de su puesto para golpear uno de los brazos de Changmin mientras reía de la confesión que le había hecho el menor, conocer su mundo era la mejor idea que había tenido en mucho tiempo. Quería conocer el porque Changmin estaba tan apegado a ese colegio, que hacia que su “responsabilidad” fuera tan fuerte.

La arena del reloj se acababa rápidamente y el día transcurría como si se hubiese previsto que avanzara de manera veloz, estaban sentados en ese sillón que vio nacer su amor, Jae descansaba apoyado en las piernas de Changmin mientras este le acariciaba su cabellera tiernamente como si hiciera dormir a un pequeño niño que estaba impaciente por sus regalos de navidad, recorría con su dedo índice la mejilla descubierta del chico de piel blanca, pasándola por su frente, sus ojos cerrados, sus labios y volviendo a su mejilla, no quería olvidar la sensación de tener su rostro cerca, quería sabérselo de memoria para que el olvidar fuera solo una lejana intención.

No había nada que los interrumpiera, el televisor estaba apagado y no tenían música que los envolviera, solo se escuchaban sus respiraciones y los latidos de sus corazones en toda la habitación. Changmin se recostó al lado de Jae en ese sillón, su pecho encontró la espalda del mayor que intentaba ahogar su pena en el silencio. Lo abrazó fuertemente, encontrando sus manos en el abdomen de Jaejoong y escondiendo su rostro en su cabellera castaña.

-No olvides que te amo…- susurro para unirse al sueño que se había llevado a su Jaejoong.

Las horas pasaron, llegando lo que ninguno de los dos quería, Changmin fue el primero en despertar de ese sueño, el frio le había dicho que ya era hora de partir, una de sus manos acarició el rostro cálido de Jaejoong, para despertarlo y traerlo de vuelta a la realidad.

-Amor…-le susurro al oído-… es hora.

Jaejoong se había despertado con esas tristes palabras, el momento, después de todo había llegado, se volteo rápidamente para que su boca alcanzara la de Changmin y robarle un beso.

Sus lenguas se habían encontrado nuevamente, se besaban intensamente, en este beso de despedida, mientras sus lagrimas volvían a caer, no habían hablado desde el almuerzo pero ya entre los dos no era necesario, sus manos se entrelazaron mientras sus labios seguían unidos, este si era el ultimo beso.

-No llores… por favor- Changmin le secaba cada una de sus lagrimas con sus labios- Es solo por un tiempo…

-Es solo que aun no sabemos cuanto tiempo… Te amo Min, prométeme que me llamaras todos los días…

-Todos los días

-y que pensaras en mi todo el tiempo…

-Todo el tiempo

-y que soñaras conmigo…

-todas las noches, aunque esto no tengo que prometértelo, lo he hecho todo el tiempo, tu prométeme que me llamaras también, que te cuidaras, y que por sobretodo, aprenderás muchos platos nuevos para no tener que comer arroz y pescado todos los días - Los dos muchachos se miraron y se pusieron a reír, Changmin era el mismo de siempre, aunque tuviera muchas cosas que hacer, no podía dejar de pensar en su comida.

-Prometido!- Jaejoong lo abrazo fuerte nuevamente, tenia su pecho oprimido, era una sensación horrible.

-Es hora de partir… -Changmin se levantó de donde estaba para ir por sus cosas, un pequeño bolso y su abrigo, además de los repuestos.

-Te acompaño…

Los dos muchachos salieron del departamento, el frio de la cuidad calaba los huesos, y es que en época de vísperas de navidad era cuando más frio hacía, sus manos se entrelazaban a pesar de que se congelaban, caminaban nuevamente por las calles de Seúl, el cielo otra vez les decía que quería llorar junto con ellos, tomaron el bus que los llevaría hasta el terminal de buses de donde partiría Changmin, haciéndose promesas de esas que solo ellos dos entenderían y serian capaces de cumplir, de esas promesas que te haces con la persona amada y que independiente de donde estés, a la hora que estés solo importa que lo ames con todo tu corazón.

El bus tomó veinte minutos en dejarlos a donde se dirigían, mucha gente transitaba por ahí, muchos regresaban a sus trabajos, fuera de la ciudad después de haber visto a sus familias, otros partían con destino a lugares donde de seguro alguien los esperaba para pasar las fiestas que poco a poco se acercaban. El bus de Changmin salía a las ocho de la noche, y ya faltaban solo quince minutos para que eso ocurriera.

Se miraban sin decir nada, Changmin le sonreía tiernamente para que Jaejoong no llorara otra vez, una de sus manos alcanzo la mejilla del mayor el que cerraba sus ojos para sentir esa caricia y guardarla en su corazón. Se abalanzó sobre Changmin para abrazarlo y esconder su rostro en su cuello.

-Te amo minnie, cuídate. – y no fue capaz de decir nada más.

-Yo también te amo Joongie, es hora de que me vaya, te llamare todos los días. Cuidate.

Sus labios se unieron por ultima vez, una, dos, tres veces, cálidos besos le entregaba para que lo cubrieran en ese frio invierno, sus frentes se apoyaron y mirándose a los ojos deposito un pequeño beso sobre la nariz de Jaejoong y de esa forma dar la vuelta y subirse al bus que lo llevaría de vuelta a la realidad donde Jae no pertenecía.

Jaejoong lo miraba como avanzaba hasta llegar a su asiento, el que daba a la ventana donde este lo podía mirar. “Te amare siempre, lo prometo” le dijo moviendo sus labios sin emitir sonido y uniendo sus manos haciendo un pequeño corazón. “Yo también te amare siempre, lo prometo” respondió Changmin al otro lado del vidrio, dibujando con sus manos el mismo símbolo que hacia Jaejoong.

El bus encendió su motor y lentamente comenzó a retroceder, para que Changmin comenzara a alejarse de Jaejoong. Caminaba siguiendo el bus, nunca pensó que haría eso que solo salía en las películas, jamás pensó que le regalaría un corazón a través de un vidrio, jamás pensó que se lo regalaría a Changmin, jamás pensó muchas cosas.

Y así partió el bus, que los alejo y los devolvió a la realidad que pertenecían cada uno.

Las promesas poco a poco se cumplían, Changmin al momento de llegar había llamado a Jae para avisarle que había llegado bien, para decirle cuanto lo amaba y para desearle unos dulces sueños, y así todos los días, se llamaban al despertar, para desearse suerte en el día, y en las noches para desearles dulces sueños.

-Sabes? Queda una semana para navidad y necesito que estés en tu casa ese día, el regalo que te enviare es algo costoso y tienes que recibirlo tu mismo, va por correo certificado y no se que día llegará–le dijo por teléfono a Jae mientras se preparaba su desayuno para ir a clases.

-Eso quiere decir…

-Perdóname Amor, no podre ir a pasar navidad contigo, sabes que estas fechas son muy importantes para los coros, sobretodo los de niños, tenemos como cinco presentaciones solo el 24 de diciembre y el 25 como cuatro más, los niños cantan hermoso así que quieren que estén en varios lugares.- Changmin debía trabajar esos dos días, por mas que quisiera estar con Jae esas fechas no podría ser.

-… yo, entiendo… Te extraño demasiado, tenia la intención de que pasáramos juntos la navidad acá. No puedo viajar tampoco por que no tengo dinero y eso lo sabes, pero que más quisiera yo…

-Perdóname, debí avisarte antes, pero se me olvido, ahora tengo que irme a clases, cuídate, te amo.- y corto el teléfono, Changmin le había cortado la llamada y no había dejado que Jaejoong se despidiera también. Estaba triste y más que en ninguna fecha se sentía solo, lo alegraba de sobremanera creer que esa navidad seria distinta a las demás, ahora, adicionalmente debía quedarse en casa esperando ese dichoso regalo para que no lo devolvieran a correos creyendo que no había nadie que lo recibiera. ¿Qué sería ese costoso regalo que le había anunciado Changmin?

A el no le importaba el dinero, el mejor regalo habría sido otro, nada material.

En su mente daban vueltas y vueltas ideas de que podía regalarle a Changmin para esa navidad, nunca, en el tiempo que llevaba trabajado le había costado tanto pensar en un regalo, a los chicos era fácil saber que regalarles, eran algo predecibles o siempre se encargaban de hacerle saber que era lo que querían de regalo, el en cambio nunca decía nada.

Faltaba solo media hora para que la jornada de trabajo de ese dia terminará, le había tocado atender varias mesas con gente de buena situación y le habían dejado buena propina, además de que por las fechas las personas andaban algo mas amables, eran cerca de las cinco de la tarde y esta vez no le tocaba turno de cierre, al salir, caminaría como era su costumbre y veria que podría regalarle a Changmin para navidad.

-Jaejoong, ven a mi oficina cuando termines- le dijo su jefe, un hombre bajo, de lentes y rastros de una vida difícil en su rostro, que desapareció por un pasillo luego de darle el mensaje. Solo le faltaba limpiar una última mesa, poner el servicio como correspondía y estaría completamente libre por ese día.

Se apareció por la oficina final luego de haber terminado, aun no se quitaba ese delantal negro que envolvía su cuerpo hasta un poco mas arriba de los pies, quería irse luego, necesitaba ver que regalarle a Changmin antes de que todo cerrara.

-Permiso- dijo abriendo la puerta y dejando asomar su rostro.

-Adelante Jae, siéntate- obedeció la orden de su Jefe, no tenia rostro de querer regañarlo, ni de estar molesto, no se imaginaba el por que lo estarían llamando.- ¿ya has terminado tu turno?

-asi es jefe.

-pues toma- le dijo entregándole un sobre blanco sellado, Jae no entendía bien lo que estaba sucediendo en estos momentos, solo recibió lo que le estaban entregando.- No me veas con esa cara niño, es solo tu aguinaldo de navidad, además de una gratificación por ser nombrado el empleado del mes, creí que seria conveniente entregártelo hoy día, para que pudieras hacer regalos este año. Los ojos de Jae no podían estar mas abierto, su boca daba a entender lo asombrado que estaba y solo pudo dibujar una sonrisa en ella.

-eh… jefe… pues… ¡muchísimas gracias!, esto… no, esto no es algo que me esperaba.

-Anda anda! Vete ya, debes firmar acá, no es mucho dinero pero si te puede servir de algo. –Jae se puso de pie haciendo varias reverencias en forma de agradecimiento, mientras retrocedía para salir rápido de la oficina, ese dinero le venia como caído del cielo, aunque no fuera mucho, lo primero que se le vino a la mente fue comprar unos pasajes para ir a ver a Changmin. Se dirigió hacia el sector donde tenia sus cosas, dejo su delantal y tomo su abrigo y su bufanda para salir con una sonrisa de oreja a oreja de su trabajo.

-Vaya, si que vas feliz- le dijo uno de sus compañeros de trabajo, el barman del restaurant

-¡Fui nombrado empleado del mes! Ahora me tengo que ir, nos vemos mañana- y salió casi corriendo del local.

-Felicitaciones!- le gritaron.

Camino casi corriendo en dirección al terminal de buses, ni siquiera había revisado cuanto dinero era, solo quería llegar y comprar unos pasajes para mañana mismo si se podía. Mientras caminaba tomo su celular, debía contarle todo a Changmin, sus planes de verlo y su reconocimiento en el trabajo.

-Alo?- le contesto Changmin

-Min, soy Jae, estas en tu casa

-ehh si?

-Esperame que voy para alla.

-Que dices?

-No te gusta la idea?

-Si pero cuéntame antes que te ocurrió, por que la decisión tan repentina, llego mi regalo a tu departamento

-eh… no, no ha llegado, escúchame, me nombraron empleado del mes en el trabajo, me dieron el aguinaldo de navidad y un bono adicional, creo que me alcanza para ir a pasar la navidad contigo allá.

-¿no ha llegado aun?

-no, no ha llegado. Hey, ¿no te gusta la idea de que vaya? ¿No quieres que vaya a verte y pasar la Navidad juntos?

-Amor, no es eso, necesito que estés en tu departamento para navidad, me lo prometiste, es importante para mí que estés allá.

-pero yo quiero verte.

-ya nos veremos luego, prométeme que te quedaras en tu departamento.

-Min, mañana es navidad y quiero estar contigo, no entiendo por que gastaste tanto dinero en algo que no quiero, el mejor regalo hubiera sido haber pasado la navidad a tu lado y tú lo hechas todo a perder.

-no empieces Jaejoong, no sabes lo que dices y después estarás arrepintiéndote.

-Eres un imbécil Changmin, solo has pensado en lo que tu haz querido todo este tiempo, desde que te fuiste no has podido cumplir con tus promesas, estas distante conmigo, me cortas las llamadas, pareciera que no te importa lo que me pase…

-Jae…

-Nada de Jae, Changmin me estoy cansando de esto, si no estamos juntos en la misma ciudad, pues entonces lo de nosotros no tiene sentido.

-¿Eso quieres? Puedes pensar un poco mas lo que estas diciendo, crees que es fácil para mi saber que te tengo tan lejos, tu y tus comportamientos pendejos otra vez, no eres capas de analizar las situaciones y siempre terminas echándole la culpa a alguien, nunca asumes tus responsabilidades.

-Sabes, esto mejor se queda hasta acá, y si existe el día en que nos volvamos a ver ni se te ocurra buscarme de nuevo.

-Fuiste tu el que me busco.

-Como sea, esto queda hasta acá.

-Esta bien- Changmin no quiso seguir con la conversación, ya había escuchado lo suficiente como para segur recibiendo puñaladas en su corazón, había hecho muchas cosas de las que Jaejoong no se enteraba aun, eso era lo que mas le dolía, el no poder decirle las razones de su distanciamiento.

-agggh!!- refuto Jae guardando su teléfono en su abrigo para caminar de vuelta al departamento- Enano, maldito enano!, ya me dijo me madre una vez, por que no le hice caso…. Agggh!!- caminaba a paso veloz, el frio había desparecido para el a causa de la rabia que tenia.

-ya se va a arrepentir de todo lo que dijo, es un estúpido- Changmin se desordenaba su cabello, como si de esa forma volvieran a su sitio todas sus ideas.

Los dos muchachos, uno molesto con el otro, alegaban de lo poco que se entendían, era difícil lo que estaban haciendo, pero desde un principio creyeron que no seria imposible.

Jaejoong seguía caminando, había llegado hasta su departamento sin darse cuenta de cuanto había avanzado, cuando lo saco de ensimismamiento un hombre que buscaba a alguna persona.

-Disculpe señor, ¿esta buscando a alguien?- le preguntó intentando disimular su enojo.

-Si, estoy buscando al señor Kim Jaejoong, tengo un sobre para el- le respondió sonriéndole.

-Soy yo…

-Firme aquí señor, es una carta certificada, no se la puedo entregar a menos que me muestre su identificación- Jaejoong saco su billetera para mostrarle esa fea identificación que no lo beneficiaba para nada, sus ojos hinchados y sus pomulos muy marcados, su pelo mal cortado y con ropa que claramente había sido heredada. –No se preocupe señor, yo no vengo aca a juzgar su apariencia, solo soy un simple cartero.- el rostro de Jaejoong había cambiado mucho a como era antes aunque de todas formas podía notarse que era el, el cartero anoto unas cuantas cosas en su cuaderno y le entrego el sobre que al parecer era el que le enviaba Changmin, o por lo menos eso decía en el remitente.

Espero a entrar a su casa para revisar con calma la causa de la última pelea con su novio, era un sobre café, no muy grueso, que al parecer tenia una carta en su interior.

La miro sin prestarle mucha atención, la abrió y comenzó a leer.

Estimado señor Shim Changmin:

La solicitud presentada por usted el día 16 de diciembre en nuestra universidad ha sido aceptada, favor regularice su situación en su universidad para poder iniciar con nosotros el segundo periodo académico del año a partir del 2 de enero del año próximo.

Se saluda cordialmente,

Lee HyoYoo
Coordinador relaciones Interuniversitarias Universidad de Seúl


Jae no podía creer lo que sus ojos estaban leyendo, eso era lo que Changmin tanto quería que esperara, había solicitado la transferencia de Universidad para vivir en Seul, ahora se sentía mas culpable que nunca, todo lo que le había dicho, todas esas malas palabras que soltó en el momento que se sintió incomprendido, era el mejor regalo que le podían hacer, se sentía podrido.

No sabes lo que dices y después estarás arrepintiéndote.

Se lo había dicho, no sabía lo que decía y ahora se estaba arrepintiendo, por eso la calma de Changmin, por que no quería arruinar esa sorpresa, ahora, no sabia que hacer, llamarlo o esperar. Tomo de nuevo el sobre café, tenia mas documentos en el interior, una pequeña nota cayó mientras revolvía los papeles.

“Espero que te haya sorprendido mi regalo, Feliz navidad.
Te amo
Changmin”


Solo una sonrisa se dibujo en su rostro, ese enano, como el le decía, tenia todo absolutamente planeado. Tomó otro de los papeles grandes y la leyó.

Carta de Renuncia

Señor director:

Es mí deber anunciarle que a partir del 18 de diciembre no formare parte de su casa de estudio, el motivo, me han transferido a la Universidad de Seúl para completar allá mi carrera, Le solicito comprensión.

Le saluda agradecido

Shim Changmin.


Changmin no solo había dejado de estudiar en su universidad si no que también había renunciado a lo que tanto le gustaba hacer. Eran muchas desiciones importantes en muy poco tiempo, ahora mas podrido se sentía. Tomo su teléfono celular y marcó el numero de Changmin.

-Sabias que me sentiría podrido!- le dijo sin saludarlo- eres un maldito enano, yo haciendo el loco mientras tu tenias todo planeado, inventándome quizás cuantas películas del porque estabas así conmigo.

-Jae…- fue lo único que dijo antes de que una de sus explosivas risas salieran a la luz- si te decía, no hubiese sido sorpresa, salió todo como lo planee. Te amo.

-Y yo a ti…. Pero y tu, ¿que vas a hacer ahora?- no alcanzo a decir nada mas para que la llamada se cortara, otra vez no terminaba de hablar con Changmin. Volvió a marcar el teléfono, pero lo enviaba al buzón de voz “este teléfono no se encuentra disponible en estos momentos” le decía esa señorita en repetidas ocasiones mientras intentaba hablar con Changmin- vaya… se le debe haber apagado su teléfono.

Decidió llamarlo mas tarde, debía ordenar el desorden que tenía, su ánimo había cambiado y ahora si tenía ganas de vivir en un hogar limpio y acogedor. Recogió las ropas botadas en el suelo, limpio esa cocina que a pesar de que era uno de los lugares que mas le gustaba no había tenido ganas de limpiar, limpio el living y su habitación.

Era tarde ya y no se había dado cuenta de que tenia tanta hambre, preparó ese ramen con mucho picante que le gustaba, para luego irse a dormir. Soñó con Changmin, uno de esos sueños ridículos, que tenían dos perros, uno grande, que al parecer le habían puesto Vick y otro más pequeño, Mang Dong, que corrían por la playa jugando mientras los dos caminaban abrazados.

Ya era 24 de diciembre y se lo habían dado libre cuando lo nombraron empleado del mes, así que tenia todo el día para sentirse aun mas solo, decidió llamar a Junsu, Yunho y Yoochun, pasar la navidad los cuatro no seria mala idea, aunque no había comprado nada a ninguno aun.

-Hey bro – le dijo a Yoochun cuando este le contesto el teléfono- te parece pasar la navidad juntos en mi departamento, invitare a Junsu y a Yunho también.

-mmm, pues si, me parece genial no había pensando nada aun.
-A las 9 aca para cenar, no te preocupes yo preparó la cena.- y colgó para llamar a Junsu.

-Junsu, a las 9, navidad, en mi casa, te parece?

-Es una buena idea, Oke!

-Yunho, hermano, a las 9 nos juntaremos junsu y yoochun en mi departamento para pasar juntos la navidad, ¿te nos unes?

-buen panorama, llevare algo para beber.

Y así armó su navidad, a pesar de no tener a Changmin cerca si estarían sus amigos. Ahora debía comprar esos regalos que le faltaban.

Estaba nevando cuando salió, decidió no caminar para poder ir más rápido, asi que tomo un taxi que lo llevaría a mall más cercano. Había decidido regalarle a junsu unas gafas oscuras, últimamente tenia esa manía, a Yoochun una de esas poleras que a el le gustaban y a Yunho una nueva billetera. Pero a Changmin no se imaginaba que podía regalarle, la vara le había quedado muy alta. Lo único que se le venia a la mente era algo demasiado sencillo.

Llego de regreso y faltaba poco para que empezaran a llegar sus amigos, tenía los cuatro regalos comprados la billetera, las gafas, la polera y el regalo sorpresa de Changmin, pensaba en como podía adornar un poco para darle algo mas de ambiente navideño a su living cuando sonó su teléfono móvil.

-Alo?- dijo.

-Mira por la ventana- le dijieron su estomago se apretó y sus manos comenzaron a temblar, era la voz de Changmin la que se escuchaba del otro lado del auricular y no dudo ni un segundo en hacer lo que le pedían. Pudo verlo de pie, en el primer piso, saludándolo con una mano y con la otra sosteniendo su teléfono. Salio corriendo para encontrarse con el, habían sido dos semanas sin verse y lo que mas quería en esos momentos era abrazarlo y darle las gracias. Bajó las escaleras sin hacer nada mas que correr, no cerro la puerta, ni se abrigo un poco. Solo salto a sus brazos y besarlo bruscamente por la ansiedad que tenia de tenerlo en sus brazos.

-Enano, te amo te amo te amo – le decía mientras alcanzaba sus labios una y otra vez- eres un idiota, me dijiste que no vendrías, siempre me engañas.
-Pendejo, eres tan fácil de engañar, Te amo.

Entraron hacia el departamento cada uno con una maleta en sus manos, hacia mucho frio como para conversar afuera. Jaejoong no podía estar mas lleno de felicidad.

-Gracias- fue lo único que pudo decir

-¿Por qué?

-Por el regalo que me enviaste- Changmin solo lo abrazo y lo envolvió con su abrigo negro.- Es lo mas hermoso que ha hecho alguien por mi.

-Es por que te amo.

-Yo también te tengo un regalo- le dijo tomando su mano- como tu me entregaste mi regalo antes, yo también hare lo mismo- lo llevo hasta el baño con una pequeña bolsa sacando un estuche de plástico del interior.
-Que haces?

-solo ponme atención. – le decía mientras abría ese extraño estuche de plástico.

-Pero… es un cepillo de dientes.

-Si, desde hoy día, este cepillo ira en este vaso junto al mío, quiero que te quedes a vivir acá, estas sin trabajo y debes estudiar.

-Yo… no se que decir… Te amo.

-También te amo, yo si se que decir- le dijo cazando otra vez sus labios y tomando su teléfono para llamar a los tres chicos que llegarían a su departamento en unas horas- Lamento mucho, pero, nos tendremos que ver mañana, Hoy pasaré la navidad con Changmin. Pásenlo bien. –Les repitió a los tres. Y Corto para luego apagar su teléfono.

-Feliz navidad Minnie.

-Feliz Navidad Joongie.

Y asi fue como se reencontraron, perdiéndose nuevamente entre sus pieles, besándose intensamente y haciendo que su calor derritiera la nieve alrededor, para iniciar una vida juntos, en la cual existía solo una realidad, la de Jae y Changmin.

Fin.
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No es cosa de tiempo Capitulo 9

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By: Chio Changmin
Pareja: JaeMin / MinJae
Advertencias: HombrexHombre
Agradecimientos: A la ||Shisu|| por el nombre del fic y por inspirarme yaoisticamente

No es cosa de tiempo
Capitulo 9
El almuerzo que había preparado Jaejoong por muy sencillo que fuera sabia exquisito, era un don que había desarrollado muy bien con el paso del tiempo, sobretodo desde el momento en que su madre dejo de vivir con él. Pastas, ese plato sencillo pero hecho con mucho cariño para los cuatro hombres mas importantes de su vida. Ahora, lavaba las cosas que habían ocupado, no le importaba en lo mas mínimo que los demás estuvieran conversando sentados en el sillón, le encantaba sentirse útil.
-¿Quieres que te ayude?- le sorprendió Changmin cuando envolvía con sus brazos la delgada cintura de Jaejoong y le hablo al oído.
-Ya estoy terminado, solo queda lavar esos platos- le dijo apuntando con su mano que tenia detergente, Changmin solo asintió y apoyo su mentón en su hombro sin soltar su cintura. Sabían que había un tema pendiente entre los dos, pero ninguno quería hablarlo, por que sabían que de alguna forma terminarían discutiendo. Beso su cuello tiernamente, quería que el tiempo que los separaría no borrar el sabor de su piel en sus labios, su aroma y sus caricias. Aun no sabía siquiera si volvería a verlo.
-Hoy quiero quedarme contigo nuevamente, no quiero quedarme acá con Junsu esta noche- Las manos de Changmin se perdieron debajo de la polera de Jaejoong.
-No creo que sea conveniente.
-Nunca has sabido que es conveniente- le reprochó tomando el lóbulo de su oreja para besarlo y luego desaparecer por la puerta de la cocina rumbo al sitio donde se encontraban los demás dejándolo completamente fuera de lugar desestabilizando su corazón y estrujándole su estomago.
Terminó de lavar la loza y volvió a donde estaban todos tomando cerveza y riendo de las tonteras que había hecho Junsu con Yoochun, sus miradas se cruzaron nuevamente respondiendo la conversación pendiente en la cocina. Es noche estarían juntos de nuevo.
Se sentó con los demás para incluirse en la conversación sin dejar de mirar a Changmin, todos reían y bebían, parecían una reunión de ex compañeros de instituto, solo hablaban de recuerdos.
-Ya basta de hablar de cosas de antes, parecen viejos, Changmin que es lo que has hecho todos estos años? ¿Tienes a alguien allá?, ¿en que estas trabajando?- le preguntó Junsu cortando la conversación anterior.
-ehh… pues estoy estudiando música y trabajo en un colegio enseñándole a niños algo de canto y algunos instrumentos. Y no, no tengo a nadie allá, no se por que se interesan tanto en eso…-todos lo miraban descolocados por su respuesta- bueno, termine el instituto allá e ingrese de inmediato a la universidad, entre a estudiar música, y como había participado antes del coro de acá, a través de un profesor de la universidad comencé con unas pocas horas en un colegio, primero ayudándolo con cosas sencillas solo hasta que tuvo que dejar el colegio por motivos de trabajo en la universidad, fue ahí cuando me dejo a mi a cargo del coro. Ha sido bastante entretenido, sobretodo por que me gusta trabajar con niños.
-woo- dijo Yunho emocionado- vaya si que hay hecho cosas! ¿Y que piensas hacer ahora? Continuar trabajando allá, venirte a Seúl?
-Seguiré allá, es lo que me gusta, y…
-ya veo- aportó Yoochun- es lo que te gusta y se nota que es lo que quieres, pero y Jaej…
-No insistas Chunnie, el ya dijo que seguiría allá- intervino repentinamente Jaejoong, con una mirada perdida que reflejaba tristeza por lo que Changmin estaba diciendo, era lo que a el le gustaba, y si lo amaba, lo mejor seria dejarlo partir.
No hubieron mas comentarios al respecto, un incomodo silencio comenzó a reinar en el departamento, eran cerca de las 6 de la tarde y ya no había mas tema que pudieran conversar sin herir a nadie.
-Será mejor que me vaya, debo volver con esos repuestos y aun no los he podido encontrar, tengo que seguir buscándolos.- dijo Changmin mientras se ponía de pie disponiéndose a arrancar de ese incomodo silencio.
-Yo te acompaño- se levanto también Jaejoong. Una leve sonrisa se dibujo en el rostro de Changmin, no sabia como darle a entender sus razones, solo pedia que le comprendiera.
-Esta bien- se levanto Junsu- pero no te pierdas por tanto tiempo, tu sabes que tienes a tus amigos acá, estaría bien llamar de vez en cuando o venir cuando tengas tiempo libre, tampoco es tan lejos. Sabes que las puertas de mi casa están abiertas para ti- le dijo abrazándolo fuertemente- cuídate mucho.
-Lo haré-
-Podríamos visitarte para tu cumpleaños? No falta tanto, asi que nos dejaremos caer por allá.- reía Yoochun mientras se levantaba a despedirse del chico de lentes.
-Solo avísenme que van a ir, no quiero que vean el desorden donde vivo- dijo riendo.
-Te avisaremos, tu también puedes venir a visitarnos, recuerda que no solo la casa de Junsu existe oca en Seúl, también esta la mía, y eres bienvenido-Yunho estrechaba sus manos que terminaba en un fuerte abrazo de hermanos.
Los tres se despidieron de Jaejoong sin tanta emoción como lo habían hecho con Changmin, pero de alguna forma sabían de que a el lo verían mucho mas seguido que al menor. Se despidieron y se marcharon juntos rumbo a las calles de esa ciudad que albergaba recuerdos de cuando eran pequeños, caminaban uno al lado del otro, sin decir nada, solo ocultándose del frio que hacia en esos momentos.
-Se de una tienda que vende instrumentos musicales, puede que allá vendan lo que andas buscando.
-¿queda muy lejos?
-a unas cuantas cuadras de aquí.
-Pues entonces vamos- le dijo entregándole su mano para que Jaejoong la alcanzara, caminarían juntos de la mano, de la misma forma en como habían llegado a la casa de Junsu intentando escapar del frio acercando sus cuerpos. Caminaron cerca de 10 minutos hasta llegar a la tienda que Jae le había recomendado. Preguntaron si tenían lo que andaban buscando, unos repuestos para las guitarras acústicas del colegio, las habían mandado a reparar pero no tenían el repuesto por lo que debían buscarlo para que lo instalaran, aunque muchas veces Changmin pensó que era mucho menos costoso comprar unas guitarras nuevas y dar de baja a esas guitarras antiguas. Para suerte de Changmin y la mala de Jae si tenían lo que andaban buscando, lo que significaba que Changmin debía partir y llevar esos repuestos.
-Gracias – le dijo a Jae alcanzando su mejilla para entregarle un pequeño peso. –Me has ayudado mucho con esto.
-No te preocupes, yo tampoco sabia que tendrían estas cosas acá, fue solo suerte.-intento sonreír pero su rostro no quería demostrar ese sentimiento, saber que Changmin partiría nuevamente le partía el alma, y lo demostró con un suspiro que dejo escapar.
-No estés así- Changmin entendía lo que le pasaba a Jae, el tampoco quería marcharse, pero esta vez no podía dejar botado todo, su responsabilidad no se lo permitía y ya había adquirido un compromiso. Jaejoong lo abrazo fuertemente frente a todas las personas que pasaban a su lado que iban de regreso a sus hogares, era menos tiempo el que le quedaba.
-Min… yo… no quiero que te vayas- su voz se apagaba por culpa del abrigo de Changmin y su respiración se hacia cada vez mas dificultosa.
-Joongie…yo... No puedo…
-Si lo se, se que no puedes, pero es lo que siento, y necesito que lo sepas, no quiero que te vayas de mi lado nunca mas, quiero dejar de perder tiempo contigo, quiero besarte sin que nadie se interponga entre nosotros, Te amo minnie.
-Te amo… perdóname por no poder corresponderte, vamos a casa, hace frio.
Caminaron sin hablarse, el tiempo se escurría como arena entre los dedos, y ya no había tiempo para promesas ni juramentos, las luces de las calles poco a poco empezaron a alumbrar su caminar, el frio calaba los huesos de los dos muchachos, y cielo solo decía que tenía las mismas ganas de llorar que ellos dos. La lluvia comenzó sin que ellos estuvieran preparados para eso, aun quedaba mucho camino por recorrer, y sus ropas no soportarían la intensidad de esa llovizna, las que a pesar del poco tiempo que llevaba lloviendo ya estaban completamente empapadas. Tomaron un taxi para llegar más rápido al departamento de Jaejoong.
-Llegando al departamento te prepararé un ramen bien caliente para pasar el frio. –lo miro sonriéndole, era tan poco el tiempo que quedaba, que ya no tenia sentido seguir triste por eso, aprovecharía cada segundo a su lado, hasta el ultimo minuto.
Entraron al departamento, estaban completamente mojados, el calor que entregaba ese lugar les había permitido calentar un poco sus cuerpos. Ambos se rieron por como habían llegado, había sido idea de Changmin el caminar bajo la lluvia, pero se había vuelto tan intensa que tuvieron que tomar un taxi.
-Te vez muy graciosos- rio Jaejoong al ver que los lentes de Changmin se habían empañado por el cambio de temperatura del lugar, mientras se los quitaba para poder limpiarlos.- Cámbiate de ropa, te enfermaras si te quedas así.
-Tu también haz lo mismo- le dijo sacándose la polera húmeda que se había pegado en parte a su cuerpo y buscando una toalla para secarse desde el interior de su bolso.
-primero pondré el agua para hacer el ramen- dijo dirigiéndose a la cocina sin antes ver lo que Changmin estaba haciendo. – vaya…
-¿Qué ocurre?- Changmin se había percatado de que Jae lo estaba mirando, y solo sonrió al entender sus intenciones.
-Solo se me quito el hambre…- se acerco rápidamente para cubrir con sus manos el torso desnudo de Changmin- creo que solo perderíamos el tiempo.- poco a poco comenzó a rellenar su pecho aun humedecido con cálidos besos.
-te va a hacer mal si te quedas con esa polera húmeda- las manos de Changmin alcanzaron la polera del castaño claro, para arrancarla rápidamente dejándolo en las mismas condiciones que estaba el. Se besaban intensamente demostrándose lo mucho que se amaban sin decirse una palabra, seria a lo mejor la última vez que estarían juntos. La lengua de Changmin recorría su abdomen, estaban de pie en el living del departamento tocándose perdiendo la razón por completo.
Lentamente Changmin comenzó a empujarlo para ir hacia la habitación, a pasos torpes avanzaron sin separar sus labios, las manos de Jaejoong se perdían entre la cabellera y la espalda del menor, fue hasta cuando encontraron la cama, cuando se separaron para respirar separados, habían chocado con ella y Jae cayo sentado, ambos se rieron de la situación, pero nada los detuvo a seguirse amando. Sin preguntarle, Changmin fue posando su cuerpo sobre el de Jaejoong, resbalosos entre sudor y algo de agua, comenzaron a besarse en zonas donde de pie no alcanzaban.
Changmin levanto su cuerpo para contemplar al chico que tenia debajo de el, se miraban entendiendo lo que querían, acercó sus manos al pantalón mojado de Jae y lo desabrochó sin pedirle autorización, y con dificultad lo sacó de donde estaba para lanzarlo lo mas lejos posible y no verlo en un buen rato más, sacó también sus bóxer, los que no se habían alcanzado a mojar, y le mostraron eso de lo que todo el mundo se avergonzaba, el miembro latente de Jae pedía por él, pedía por su boca, pedía su lengua. Changmin se desvistió entregándole todo lo que Jaejoong pedía, sus manos acariciaban su cuerpo haciéndolo temblar, recorrían sus piernas, su abdomen, su cuello, su rostro y volvían a descender, perdiéndose en el camino de la lujuria, masajeando su miembro erecto mientras su lengua jugaba con el pearcing de su tetilla. El cuerpo de Jae se contorneaba demostrándole el placer que sentía con sus caricias. Sus lenguas se habían encontrado y se enredaban.
-Min…- gimió Jae – Te amaré siempre…
Changmin solo sonrió al escuchar la declaración de Jae la que se ocultó detrás de un tierno beso que le entregó entre tanta pasión.
-Yo también te amare siempre.
Rápidamente Changmin tomó el cuerpo de Jae acomodándose entre sus piernas, estaban de frente, sentados, viéndose las caras, desnudos, siendo completamente sinceros.
-Quiero tenerte por última vez- le susurro besando el cuello del menor mientras sus manos se perdían entre sus entrepiernas, había encontrado el miembro despierto de Changmin, estaba húmedo, y lo masajeo aún más, su mano subía y bajaba haciendo que el sexo de Changmin hinchara mucho más. Poco a poco fue metiéndolo en su interior, lo que le provocó dolorosos gemidos en un principio hasta acostumbrarse a tenerlo dentro de él.
La mano de Changmin se había encontrado con el miembro de Jae en el momento que lo había penetrado, y los movimientos del mayor se hacían más intensos, las estocadas que Changmin le daba hacían que sus cuerpos temblaran de placer, se besaban ardientemente, recorriendo sus cuerpos con sus lenguas, y dejando la esencia de cada uno en el otro.
-Minnie… ah –
-ah… ah…
Ninguno de los dos podía continuar, sus cuerpos se tensaron habían llegado al climax, Changmin había acabado en el interior de Jae y el castaño había acabado en el abdomen del menor, sus cuerpos estaban agotados y sudados, tenían sus ojos cerrados y habían terminado recostados en la cama, Jae sobre Changmin quedándose en silencio luego de hacer el amor.
-Amor…-le dijo Changmin recibiendo una sorpresiva mirada de Jaejoong.
-¿Cómo me dijiste?
-¿No puedo decirte así?, es solo que me pareció lindo.- una sonrisa se había dibujado en el rostro del mayor, besándolo tiernamente para apoyarse de nuevo en el pecho desnudo de Changmin
-Claro que me puedes decir así, también creo que suena lindo.
La mano de Changmin comenzó a recorrer la cabellera sudada de Jaejoong, sin apuros.
-Quiero que algo te quede claro…- el rostro de Jae había cambiado a como estaba hace unos segundos ya que el tono de Changmin también había cambiado
-dime…
-Quiero que sepas, que estemos donde estemos, lo nuestro no es cosa de tiempo, te amo mas que a nadie en este mundo y te amare toda la vida. –
-Yo también te amare toda la vida Minnie…
-Si te ame cinco años sin estar a tu lado, te seguiré amando, han pasado cinco años y sigo amándote de la misma forma que el día que te conocí aunque sea llamándote por teléfono, solo quiero saber que eres mío.
Y fue así como término el segundo día, amándose como si fuera la primera vez que lo hacían, amándose sabiendo que seria la ultima vez que estarían juntos, con sus cuerpos desnudos esperando el ultimo respiro de la relación en una cuantas horas mas.
Despertaron después de dormir como hace mucho tiempo ninguno lo había hecho, uno al lado del otro, no había frio entre ellos, no habían secretos, solo habían kilómetros que los separian, nada mas.
Changmin fue el primero en despertar, ver a Jaejoong dormido, tan tranquilo y tan diferente a como era cuando estaba haciendo el amor o cuando estaba frente a las demás personas, ese era el verdadero Jae, el que amaba de pies a cabeza, cada centímetro de su cuerpo. Una de sus manos se perdió entre la cabellera castaña del joven, masajeando su cabeza tiernamente sin intenciones de verlo despertar. Sus labios alcanzaron los del chico que dormía placenteramente. Era un dulce que necesitaba probar a cada segundo.
-Amor... –le susurro para despertarlo, reviso el reloj que tenia a su lado. –Amor...- volvió a decirle- son las 3 de la tarde…
-uumh?- Jae abria poco a poco sus ojos y se reacomodaba entre los brazos de Changmin, alcanzando su torso desnudo con sus labios.
-Amor… es tarde ya… Debo partir.
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No es cosa de tiempo Capitulo 8

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Habían dormido juntos, amándose toda la noche, ese encuentro que había esperado desde el día en que Changmin se declaró y Jaejoong no tuvo el valor de estar junto a él.

Dormían desnudos solo tapados por esa sábana que les cubrió de la vergüenza que podría haber sentido alguien que los viera, esa sábana que los separaba de la realidad y los llevaba a un mundo donde solo ellos dos existían. Jaejoong apoyaba su rostro en el pecho descubierto de Changmin, el que se levantaba cálidamente indicándole que estaba vivo para él. Desde ese día, ambos habían renacido, habían vuelto a lo que nunca debieron haber dejado de ser. Quizás, si ese día todo hubiera ocurrido como debió haber sido, las cosas no serian como eran ahora, a lo mejor sí se odiarían por que la relación no hubiera funcionado, y se odiarían, más de lo que a lo mejor pudieron haberse odiado en realidad. Ahora eran hombres maduros, que sabían lo que querían, que a pesar de todo lo que habían vivido separados, lo que querían era amarse, tranquilos y sin interrupciones.

Jaejoong despertó de ese hermoso sueño que había empezado la noche anterior, en donde Changmin y el habían echo el amor, sentía esa cálida temperatura envolver su cuerpo. Era ese pequeño que le había quitado el sueño por cinco años el que se lo entregaba en estos momentos para invitarlo a soñar con él. Su mano comenzó a recorrer el pecho de Changmin sin despertarlo, quería sentir que era real, y que no era nuevamente uno de esos traicioneros sueños que le hacían creer que lo tenía y luego desaparecía por que debía despertarse e ir a trabajar.

Sus labios se unieron al cuerpo del chico que aun dormía, y lo recorrían tiernamente para que no se le olvidara que existía, quería tener su sabor entre la comisura de sus labios y que el tiempo que estuvieran separados pudiera recordarlo hasta el día en que se volvieran a ver. Ahora solo serian dos días.

Los besos se volvían más intensos, quería arrancar su piel y tenerla solo para él, besarlo eternamente. Alcanzo su cuello, ese que tenia algo de esa colonia de hombre que podía enloquecer a cualquiera que tuviera hormonas, su lengua se perdía en el mentón de Changmin logrando despertar a ese bello durmiente que se entregaba por completo a lo que Jaejoong le daba. Sin abrir sus ojos alcanzo su boca y la cazó con la intensidad de un último beso, mientras sus piernas volvían a montarse al escultural cuerpo del moreno y esa sabana ya no los cubría.

-¿Qué haces?- preguntó el “menor” en una frase mezclada con el gemido que le había provocado la mano de Jae en su entrepiernas.

-Quiero tenerte de nuevo – le dijo mientras masajeaba el miembro despierto de Changmin y lo besaba aún mas intenso.

-Antes tenemos que hablar, No quiero que haya confusiones nuevamente y que por los enredos estemos enojados. Ya no quiero vivir así.

A pesar de que le gustaba lo que Jaejoong le hacía continuar con lo que habían empezado solo los llevaría malos entendidos, ninguno de los dos era de encamarse con el primero que se les cruzaba en frente, aunque mas de alguna vez lo hayan hecho, solo que esta vez si habían sentimientos de por medio, y de esos fuertes que si no te hacen feliz te entierran un puñal de acero de tu corazón, fue así como la mano de Jaejoong se calmaba mientras le escuchaba hablar, sus intenciones eran tenerlo nuevamente, pero Changmin tenía razón después de todo. No se bajo de donde estaba, envolviendo el cuerpo de Changmin con sus delgadas y blancas piernas.

-¿Qué falta por aclarar? ¿no tenemos todo claro?- Pregunto Jaejoong mientras escondía su rostro entre el cuello de Changmin.

-Eran tres días, y ahora vamos en el segundo, parto mañana en la tarde de vuelta al trabajo y quiero saber que vamos a hacer con eso.

-Es cierto- susurró- te vas mañana y no quiero que te separes de nuevo de mi- lo abrazó- Me costó mucho tener el valor y poder asumir todo esto. No….

-No creo que vuelva a Seul. – dijo inesperadamente

-No… No quiero que te vayas! – rogó. Abrazándolo fuertemente para esconderse aún más entre la larga cabellera de Changmin, ahora que le tenía no permitiría verlo partir, una vez no hizo nada y hizo que se separara de la persona mas importante en su vida, ese error no lo cometería dos veces- Min, no quiero que te vayas, quédate a mi lado.

-No puedo hacerlo, tengo que volver, mi trabajo y mis estudios están allá, se me hace muy difícil venirme y dejar todo. A demás, acá no tengo nada.

-Me tienes a mi! Yo! Jaejoong, - Se había levantado para mirarlo directamente a los ojos, y que entendiera de una buena vez que no quería verlo partir de nuevo, sus manos acariciaron las mejillas del menor, las que habían dejado de tener ese rosado tono – Te amo Minnie. No te vayas de mi lado.
-No puedo quedarme, debo… terminar cosas allá, entiéndeme por favor- el cuerpo de Changmin se enderezo para ver a Jaejoong de mejor forma, sus brazos envolvieron el delgado cuerpo del chico que se encontraba sobre el, para entregarle su calor. –Te amo Jongie… más que a nadie en este mundo, pero me es imposible quedarme.

Jaejoong solo guardo silencio, cazando sus labios en un beso donde le decía todo lo que su corazón quería decir, el saber que partiría en unas horas más lo destrozaba y mas aun el no saber cuando se verían nuevamente. Todo el mundo sabia que las relaciones a distancia jamás funcionaban, a pesar de ser solo dos horas de viaje, en la semana no se verían por motivos de trabajo y estudio, y los fines de semana no seria tiempo suficiente para tenerlo todas las veces que quería, su piel, su cuerpo y sus pensamientos clamaban por Changmin desde hace cinco años y quería poder estar a su lado cinco años mas sin separarse un minuto de él. Desde ese momento viviría arrepentido de pensar que su vida pudo haber tomado un camino diferente al que llevaba, que pudo haber estado con el todo este tiempo y ahora sus pensamientos le hacian creer que no para todas las personas existía Dios, el que se había olvidado por completo de él alejándolo nuevamente de su Changmin.

- Esto es tan injusto.- le dijo soltándolo unos segundos- de verdad creo que Dios si se olvida de mi, primero me da esta cara de marciano, delgado y pálido, luego no me da el valor de aceptar lo que sentía por ti y ahora lo que más quiero, me impide tenerlo. –Changmin rió de lo que acababa de decir Jaejoong, le parecía gracioso escuchar el infantil reclamo Jaejoong.

- Si que eres imbécil, todo el mundo te quiere, todas las chicas te adoran, llamas la atención de cualquier persona, y ¿dices que dios se olvido de ti?, lo que dios se olvido de darte fue inteligencia, por que vaya que eres tonto- reía mientras golpeaba su brazo.- La única forma de solucionar esto es con tiempo. No veo otra forma

-No quiero mas tiempo! Min yo te quiero ahora!

-No se puede

-Si, solo que tu no quieres. Acaso hay algo alla que te ata tan fuerte que no puedes regresar, ¿tienes a alguien mas?

-No seas estúpido Jaejoong, no tengo a nadie allá, es solo mi trabajo y mis estudios, tan difícil es para ti entender eso, quieres que deje todo botado y olvidarme de lo que tengo alla?

-Una vez ya lo hiciste, no puedes hacerlo otra vez?, Si quisieras estar a mi lado no dudarías siquiera en quedarte acá mas días.

-Yo… no vine a buscarte, vine por unos repuestos de guitarra.

-Y si no viniste a buscarme ¿Por qué te acostaste conmigo anoche? ¿Para que dices que me amas si solo valgo lo mismo que unos repuestos?- Jaejoong se había bajado de donde estaba y le lazaba esas frases molesto mientras se ponía sus jeans y buscaba sus cigarrillos para salir a fumar.

-agggh! ¿Eso quieres escuchar? ¿Que vales lo mismo que unos repuestos de guitarras?, si vine a Seúl no fue con la intención de buscarte, intente no verte, intente pasar desapercibido, pero no….

-Callate! No digas cosas que no sientes…

- Pendejo!, solo me recuerdas el por que me fui de Seúl, eres un maldito pendejo que solo piensa en si mismo, si! Vales lo mismo que esos putos repuestos, - le gritaba mientras se vestía- No se para que vine a perder el tiempo contigo.

-Perdon señor por haberle hecho perder el tiempo, ahora si me permite puede retirarse de mi departamento y no volver mas!, Ándate! No quiero verte, no se como pude perder cinco años queriendo a un pendejo que me imaginaba…

-Pues para que veas que las apariencias traicionan y solo me da entender que nunca me conociste.

-ANDATE!

Fue en ese momento cuando el teléfono de Changmin comenzó a sonar, era Junsu el que lo estaba llamando, podía imaginarse el motivo. No quería contestar pero ya le había cortado una vez su llamada, anoche, cuando todo había recomenzado con Jaejoong.

-Aló?…-contesto

-Changmin-ah, te estamos esperando para almorzar, habíamos quedado que hoy nos reuniríamos con los chicos… ehm.. suponemos que estas con Jaejoong, asi que vengan los dos a mi departamento, Yoochun y Yunho están ansiosos por verte y por que estemos los cinco juntos otra vez.

-eh… Su, no creo que pueda ir, yo, regreso ahora mismo, en estos momentos estoy saliendo al terminal de buses, lo siento…

-Pero Min!, Prometiste venir, los chicos te esperan, si quieres te vamos a buscar donde estas, y luego te dejamos en el terminal, pero juntémonos aunque sea a almorzar.

Jaejoong lo miraba atento esperando la respuesta a de Changmin a lo que decía Junsu, la que solo conoció después de que este colgó el teléfono.

-Nos esperan en el departamento de Junsu, organizó un almuerzo, en “honor” a mi visita, quiere vernos, yo voy un rato, no se tu- Changmin buscaba su chaqueta mientras le repetía el mensaje de Junsu, paso a su lado intentando no rozar su cuerpo en ese pequeño pasillo que daba a la puerta de salida.

-Esperame...- grito tomando la primera chaqueta que tenia cerca y alcanzando su mano para tomarla y salir juntos- Perdóname... – le miro sonriéndole arrepentido de la pelea anterior.

-Eres un pequeño estúpido ¿te lo dije?, no creas que todo el tiempo estaré aguantando tus arranques emocionales- lo regaño apretando aun mas fuerte su mano. –Perdóname tu también a mi… dije cosas que no sentía- su cuerpo se puso de frente al de Jaejoong encontrando su pecho con el del chico de más baja estatura, para cazar sus labios en un corto beso, su boca estaba tibia, y rosada por la rabia de la pelea anterior- te amo tonto-

-y yo a ti.

Y ese fue el final del tema, caminaron tomados de la mano, hombre y hombre por las calles de Seúl, frente a las miradas de algunos que aun no estaban acostumbrados a ver dos jóvenes apuestos que se querían. Llegaron al departamento de Junsu de la misma forma, helados por el frio que hacia en esa época estival, y por la poca ropa que habían sacado antes de salir. Yunho y Yoochun estaban sentados en el sofá cuando vieron entrar por la puerta principal a Changmin y a Jaejoong, los cuales se levantaron de inmediato para saludar al pequeño que ya no era tan pequeño.

-Estas enorme!- fue lo primero que le dijo Yunho al verlo- ven y dame un abrazo, tanto tiempo sin saber nada de ti, haz cambiado demasiado- Yunho no podía creer lo que sus ojos le mostraban, ese alto joven, delgado, de tez cálida, pelo largo, y los mismos lentes que le habían acompañado hace mas de cinco años atrás. Lo abrazaba fuertemente, Changmin después de muchos años estaba nuevamente con ellos. Ahora era Yoochun el que lo saludaba.

-Pequeño enano- reía- ahora puedes defenderte sin problemas, mejor tener cuidado contigo, esos enormes brazos deben golpear fuerte.

-Yo también llegue, lo digo por si no lo habían notado. – molestó Jaejoong.

-si, pero a ti te ven todos los días. –lo retó Changmin.

-ahggg, pesados- sonrió mientras se saca su chaqueta para dejarla en una silla- Junsu ¿Qué preparaste para almorzar?

-¿yo? Ehhmm nada, la vedad te estábamos esperándote a ti para que cocinaras algo, sabes que a ninguno de nosotros nos va bien lo de la comida y hoy es un día especial para todos nosotros así que pensamos que seria lo mejor que tu prepararas algo y así comer algo rico.

Todos reían frente a la respuesta de Junsu, era el que había organizado el almuerzo y era capaz de cocinar nada y ni siquiera de avisarle.

Jaejoong solo lo miro feo, sabia que tarde o temprano seria él el que terminaría cocinando algo para comer, así que lo mejor fue irse directamente a la cocina.

-Veo que las cosas con Jaejoong han mejorado- le comentó Yoochun mientras caminaban a sentarse nuevamente al sofá.

-mejor que hace 5 años si, pero no se que tan mejor se pondrán luego.

-todo resultara bien Minnie- aporto Yunho

-eso espero…

La comida llego luego de la espera de treinta minutos, las pastas que preparaba Jaejoong eran las mejores que habían probado en todo su vida. Se sentaron los cinco a comer, Yunho a la cabeza de la mesa y a cada lado, YooSu y JaeMin.
Recordaron viejos tiempos, esos que compartieron cuando iban al instituto, cuando jugaban a la pelota en esa cacha de tierra detrás de la escuela solo para darle en el gusto a Junsu, o cuando se intentaban juntar a estudiar y lo único que lograban hacer era jugar super nintendo. Rieron de los tontos bailes que hacia Yoochun en los recreos, esos momentos en que se juntaban para compartir dos manzanas, la que le enviaba la mama de Changmin para la colación y la que enviaba la mama de Junsu para que se alimentara bien después de sus entrenamientos de futbol.

Eran nuevamente los cinco, aunque fuera solo por ese almuerzo.
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No es cosa de tiempo Capitulo 7

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Fue en ese momento cuando recibió el primer mensaje de Jaejoong, caminaba por la ciudad habiendo perdido el interés por la búsqueda de esos repuestos, miraba su teléfono no creyendo en lo que leía, Jae necesitaba hablar con el después de cinco años y de jamás aclarar nada, hoy quería conversar. No estaba seguro de lo que estaba haciendo, pero que rayos, ¿cuando lo había estado? Desde que dejo a Jaejoong atrás la inseguridad se había vuelto parte de su lema de vida, no sabía si tenía ganas de verlo o no, y para variar su orgullo hablaba por él. Jaejoong había sido el causante de todo su sufrimiento, el que le había hecho ser infeliz por cinco años, no pudiendo ser capaz de querer a nadie más que a el.

“No” envió esperando que la única instancia donde se vieran fuera el encuentro que estaba organizando Junsu, pero recibió nuevamente otro mensaje, y otro, y otro. De verdad este chico insistía mucho. “¿Vives donde mismo?” Respondió la última vez inseguro de lo que estaba haciendo. Recibida la respuesta de Jaejoong camino hacia su departamento, no estaba muy lejos, pero tampoco quería llegar tan pronto, de alguna forma necesitaba que los segundos pasaran más lentos pero no ocurría así. Queria saldar esa deuda pendiente, y darle un fin a todo su sufrimiento que lo había acompañado en todo su caminar, Queria decirle cuanto lo odiaba y cuanto quería verle desaparecer de la faz de la tierra, quería que jaejoong dejara de existir en su corazón y en sus pensamientos.

No se había percatado del gran desorden que tenía en su departamento, era casi imposible tener todo listo antes de que llegara Changmin. Corría para todos lados intentando recoger lo que mas pudiera, ropa sucia, papeles, zapatos, discos, basura, todo fuera de lugar, y es que se debía comprender que era un hombre solo viviendo en un departamento pequeño.

Eran cinco años que los separaban, desde ese día, en que decidió no hablarle más creyendo que seria por su bien, se alejo por completo de su pequeño para no provocarle un daño mayor. Seria un encuentro difícil, quizás amor mezclado con la inseguridad de la adolecencia, remordimientos y confusiones que le impidió ser sincero desde un principio.
A pesar de que quería verlo, no sabia que decirle, nunca se había puesto a pensar que haría el dia en que volvieran a verse, ¿serian tan amigos como antes? ¿se le podría punto final a todo lo que pudo haberlos unido algún dia? Por el momento solo quería verle.

Los minutos pasaban y Jaejoong había comenzado a correr de un lado para otro alrededor de su departamento vestido con pantalón de pijama y su pelo húmedo por la ducha, ni siquiera había pensado en que prepararle de comer a Changmin, mientras el joven de lentes y alto, caminaba por las calles de Seúl en dirección al departamento que alguna vez visitó. Se escondía del frio entre su abrigo mientras recordaba que lo había hecho marcharse.

Decidió preparar lo que siempre le preparaba, un bol picante de ramen, de ese que hacia que tus labios terminaran hinchados por el calor y rojos por lo picante. De ese que competían al comer. Había pasado media hora desde ese último mensaje cuando el timbre del departamento sonó, su estomago se retorció y sintió que era Changmin el que había llegado después de esperar por cinco años.

-¿Quién?-pregunto tras la puerta para obtener una respuesta de ese reflejo alto que se veía tras el vidrio glaseado.

-Changmin, abre la puerta que hace frio. –Sentía que hace solo minutos había dejado ese departamento atrás, las mismas magulladuras por las pataletas que le daban a Jaejoong cuando su madre lo regañaba, las mismas marcas de los rallones que habían hecho cuando necesitaron sacar una cuenta. Queria mantenerse distante para poder darle fin a todo de una buena vez, su orgullo no podía ser dejado de lado después de haber sido rechazado por uno de sus mejores amigos para que iniciara una relación con “otro”

Jae abrió la puerta encontrándose con el mismo joven de hace un rato, ese que le había llamado imbécil y que ahora podía ver más claramente gracias a la luz del ambiente. Sus facciones no habían cambiado, solo ahora su rostro era un poco mas largo, su nariz algo gruesa y sus labios secos, los mismos lentes y el pelo mucho mas largo.

-Pasa- indico al menor de los dos.

-Gracias.- Solo avanzo unos pasos, no estaba dispuesto a estar mas de diez minutos dentro de ese departamento que lo había visto sufrir y que lo seguiría viendo en las mismas condiciones si decidia continuar como estaban.

Jaejoong miraba la ancha espalda de Changmin, la cual también había crecido, ahora era todo un hombre, sentía que a pesar de los años él era el mismo, no podía hacer otra cosa más. Lo abrazó por la espalda sorprendiéndolo, necesitaba recordar que era su pequeño Changmin. Ese abrazo inesperado, que por mucho tiempo espero, lo sentía familiar, pese a todo el odio que pudo haber sentido alguna vez, su Hyung era el mismo de siempre, ese que le gustaba improvisar y romper los esquemas.

Las manos de Jaejoong se encontraron en el torso de Changmin, no quería soltarlo, no quería volver a dejarlo ir y arrepentirse nuevamente todo lo que le quedaba de vida por verlo partir. Las que fueron tomadas por Changmin para alejarlo de su cuerpo, no quería tener ni el mas minimo contacto con ese que le había hecho sufrir por tanto tiempo.
-Que crees que haces Jaejoong?- preguntó soltando las manos de Jae para dejarlas caer y evitar tenerlo cerca, se alejo unos cuantos pasos y lo miro a los ojos con rabia- ¿A que crees que vine? Si estas pensado que olvide, estas equivocado. –Jaejoong no lo miraba y escondia su mirada por sobre su cuello. Tenia la sensación de que nunca debió haber dado pie para que un reencuentro se iniciara. –Sigues tan estúpido como siempre Jaejoong, un pobre imbécil, que nunca ha sabido lo que quiere, y que cree que todo el mundo debe seguirle.

-Ni te imaginas lo mucho que te extrañe- lo miro repentinamente- No te imaginas cuanta falta me has hecho, Perdoname…
-Y que me eche al bolsillo todo el sufrimiento por el que pase, no mereces llamarte hombre, eres un pobre animal que solo busca sobrevivir,
-¿Por qué te fuiste?!
- ¿Por qué me fui? Por que no estaba dispuesto a ver como jugabas con todos, como disfrutabas la vida haciendo sufrir a los demás, solo pensaste en ti, siempre has pensado en ti, me das asco jaejoong, eres lo peor que pudo haber nacido en el mundo. Changmin le lanzaba todo lo que por cinco años había acumulado, esa rabia que le impedía continuar ssu vida con normalidad, Se deshacía de las palabras sin pensar en todo lo que decía, quería que Jaejoong se enterara de todo lo que había pasado, y poder marcharse tranquilo a su hogar.
EL mayor había comenzado a llorar frente a Changmin, no podía hacer nada mas que demostrarle su arrepentimiento.
-Tú no entiendes…
-¿Qué no entiendo? Entiendo perfectamente todo lo que ha sucedido, eres un estúpido, jamás pensaste en lo que a mi me hacia feliz, nunca fui capaz de pensar en otra persona como lo hice contigo, te ame Jaejoong, que quise tanto, pero todo ese amor, con el tiempo se transformo en un odio inmenso que solo quería verte desaparecer.

-NUNCA ENTENDISTE NADA, SIGUES PENSANDO COMO UN NIÑO- grito, con su rostro inundado por las lagrimas que le impedían ver con claridad, entendía todo el odio que podía sentir Changmin, pero el pequeño no entendía sus razones.-Eres un pendejo! Nunca entendiste por que hice lo que hice, Te quería tanto Min, que cuando me dijiste lo que sentías por mi no pude más que evitar hacerte daño y perder tu amistad, sabia que si lo nuestro no funcionaba, nada volvería a ser como antes, Tenia miedo a perderte, y lo único que logre fue hacerte más daño, ¿crees que eres el único que lo ha pasado mal acá? ¿Nunca te preguntaste por que hacia eso?, mi relación con Yunho no duro ni un mes, el día que partiste ha sido el peor día de mi vida, no verte nunca más ha sido el peor castigo que me han podido dar, pensaba y pienso todos los días en ti. Solo que después de perderte me di cuenta que te amaba de la misma forma que me amabas tu.
El rostro de Changmin se había desfigurado, no podía entender las razones de Jaejoong para que este se alejara de el, quería entenderlo, pero sentía que su orgullo, ese enorme orgullo que había creado desde ese día, era lo que le impedía estar a su lado. Si fue al departamento de Jaejoong, jamás fue con las intenciones de buscar una explicación, solo quería poder desahogarse y decir todo lo que pensaba. Ahora Era Jaejoong el que le declaraba su amor a Changmin y no podía entender nada de lo que ahí ocurría, su tono de voz bajó, sentía una gran opresión en su pecho que le impedía seguir con el ritmo de la conversación que llevaban, Todo había cambiado nuevamente, y volvía a lo que había sido hace cinco años.

-Hyung, tu no sabes….- le dijo Changmin a Jaejoong sin convencerse de lo que acababa de oir.

-Si se Changmin, no he podido dormir tranquilo ni un solo día desde que partiste, he vivido arrepentido y angustiado, querer saber donde estabas, pero que nadie me digiera nada. Ha sido un tortura, me has tenido pagando lo que te hice todo este tiempo, por favor perdóname.- De improviso junto sus labios, de la misma manera como lo había hecho el menor hace cinco años atrás, la sorpresa había hecho que los ojos de Changmin se abrieran como platos ante esa reacción, no quería saber lo que Jae estaba haciendo, tampoco entenderlo, solo quería besarlo como alguna vez el lo hizo. Lo abrazo correspondiéndole con intensidad esa calidez dejando de lado todo ese orgullo que había construido el cual quedaba tirado en el suelo en menos de un segundo.- Te ame, y siempre te he amado, no quise hacerte daño y creí lo mejor, intente querer a otro, pero no pude, y por mi culpa los dos odiábamos a la misma persona, tu me odiabas a mi por no dejarte quererme y yo me odiaba a mi por hacer que te alejaras de mi, perdóname, perdóname- nuevamente unió sus labios en un intenso beso, donde sus alientos se unían y se transformaban en uno solo.

-Eres un estúpido Hyung, - susurro Changmin- soy un estúpido por arrancar, y más ahora, soy un estúpido por volver y escuchar todo lo que me dices, sabiendo que debo partir de nuevo, separarme de ti una vez fue difícil y si creo todo lo que me dices no se si aguantare separarme de ti dos veces, eres un estúpido por dejarme conocerte, por hacerme adicto a ti, creí que se me pasaría lo que sentía por ti, por tenerme como un muerto en vida todo este tiempo, por permitir que intentara arrancar tu aroma de mi cuerpo estando con otros, te odio por ser Jaejoong- decía mientras su rostro se humedecía por las lagrimas que caían silenciosamente -pero me fue imposible, cada día este sentimiento crecía cada vez más y se hacia más intenso y lo único que quería era regresar y verte y besarte. Y si ahora te tengo, no podre separarme nunca más de ti. Me harás sufrir otra vez y no quiero sentir de nuevo toda esa pena, Te amo estúpido.

No se hacían necesarias más palabras, ambos ya sabían lo que pasaba por la cabeza del otro, ambos sabían lo que sentían sus corazones, las manos de Jae se escondieron en la cabellera de Changmin, esa que no conocía, mientras se besaban aun en la entrada del departamento, Changmin lo abrazaba para no dejarlo ir, de sus sueños había pasado a ser realidad y tenerlo ahí era lo que siempre había querido, poder amarlo como siempre se imaginó. Sus manos se entretenían en la espalda del castaño mientras la tetera indicaba que el agua ya estaba hervida.

-¿Tienes hambre?-le pregunto Jae apoyando su frente en el mentón del menor

-Tengo hambre de ti…

Sus corazones se habían desahogado y por fin sentían, de manera separada que estaban libres de toda confusión, poco a poco Changmin entendió las razones de Jaejoong, para dejarle partir y a pesar de eso, esas declaraciones les habían permitido ser sinceros con ellos mismos.

-vives solo por lo que veo- pregunto mientras Jae echaba agua caliente a sus platos de comida-

-Si, hace cuatro años más o menos, mi madre encontró trabajo muy lejos de acá, la paga era buena así que prefirió irse, y yo me quede acá, comencé a trabajar a penas salí del instituto así que tenia como vivir en Seúl. ¿Y tu? ¿Cómo lo hiciste para vivir allá?

-Una semana antes de despedirme, pedí la transferencia de instituto, no pensé que saldría tan rápido, cuando me dieron la respuesta le conté a mis padres y me apoyaron, era algo asi como un intercambio, me enviaban todos los meses una suma de dinero para pagar el arriendo de una habitación, y yo trabajaba por las tardes en el instituto ayudando a un profesor, con lo que me pagaban podía vivir relativamente tranquilo, no tenia deudas y necesitaba para comer diariamente, ni siquiera pagaba pasaje de bus, me iba caminando todos los días para ahorrar, después que salí del instituto, entre a la universidad a estudiar música, seguía con el trabajo de medio tiempo y también me dieron unas horas para trabajar como profesor de música. Y ahora ando en busca de unos repuestos para las guitarras del instituto, no quedaban allá y se demoraban mucho tiempo en llegar, me mandaron a eso, y tengo que volver en tres días.

Jaejoong le entregaba ese plato listo para servir con un rostro angustiado, sabía que por muy bello que fuera todo a partir de ahora, solo serian tres días.

Changmin también entendió su mirada y en verdad era la misma que podía tener él en esos momentos.

Sus miradas se juntaron en un mismo pensamiento, esperando que cualquiera de los dos digiera algo, a pesar de que eran innecesarias las palabras en ese momento.

-Serán tres días Hyung…

-Lo se, estoy pensando que podemos hacer, tenemos mucho de que conversar. Primero come y luego vemos que hacer.

Comieron ese ramen que había preparado Jaejoong, ese mismo con el que compitieron para ver quien lo terminaba primero sin morir en el intento, hacían sonar los fideos que en repetidas ocasiones habían golpeado sus narices por la velocidad, las que goteaban esa agua que corría cuando te resfriabas y con sus ojos lagrimosos les impedía ver con claridad, se reian de la situación y de sus labios hinchados por el calor y lo picante.

-Ahh!- dijo Jaejoong mientras levantaba sus brazos comenzando a estirar su cuerpo-esto si que estaba bueno, ves? De nuevo te gane comiendo ramen.

-Eres un tramposo Hyung, esta es la primera vez que me ganas y fue por que me atore con la sopa! Pudiste haberme ayudado, casi morí, pero tu preferiste seguir compitiendo, eres una mala persona.-Changmin se había levantado para retirar los platos y lavarlos, era una buena costumbre que había adquirido viviendo solo.

Caminaron hacia ese sillón para sentarse nuevamente a conversar de todo el tiempo que habían estado separados y continuar mostrando lo que sus corazones por tanto tiempo habían querido decir.

-vaya si que has cambiado Minnie- le dijo tomando un mechón de su pelo que le tapaba uno de sus ojos para esconderlo detrás de su oreja.- eres una persona completamente distinta, ya no eres ese niño de apariencia inocente que sonreía tiernamente. Ahora eres todo un hombre.

-Tu también has cambiado mucho Hyung, misteriosamente tu pelo esta mas claro, tienes tus facciones mas marcadas y tu cara no es tan redonda.- Changmin no era el mas cambiado entre los dos, ambos habían madurado, pero a pesar del cambio sus miradas eran las mismas y podían conocerlas en cualquier parte del mundo.

-¿Te acuerdas minnie?

-¿Qué cosa?

-En este sillón cometí la estupidez mas grande del universo, te habías declarado y yo te dije que…

-Si me acuerdo, pero ahora no viene al caso recordar esas cosas- dijo cazando sus labios nuevamente para consumirlos en un beso intenso y candente, necesitaba de él, por cinco años necesito de la persona que le había hecho mas daño en su vida y ahora no lo dejaría arrancar, su lengua se había introducido en la boca de Jaejoong para que ambas se conocieran y jugaran, lo abrazaba fuertemente pudiendo sentir la calidez de su pecho en el de él. Sus manos poco a poco se comenzaron a perder por debajo de la polera del joven de piel blanca y labios rosados como una frutilla, sentía esa necesidad de hacerle de todo en ese preciso instante, solo que no se atrevía a llegar mas allá. Lo soltó sin que Jaejoong se lo esperara dejándolo tambalearse mientras de su chaqueta alcanzaba su teléfono celular, debía hacer una llamada antes de continuar.

-Junsu…-dijo al momento de que le contestaran- lo siento mucho, pero esta noche no llegare a dormir a tu casa.

Y colgó el teléfono sin dejarle iniciar una conversación al su amigo que había contestado por el otro lado del teléfono. Fue entonces cuando comenzó a besarle en serio, con las intenciones comprendidas a base solo de miradas.
Jaejoong quería lo mismo que Changmin, le besaba cada vez mas intenso, sus manos ya habían recorrido todo lo permitido y no sabia si aguantaría seguir siendo decente.

Se puso de pie y tomando de la mano a Changmin hizo que este le siguiera, sus besos recorrían su cuello y su rostro y lentamente fueron conociendo su pecho. Uno a uno, los botones de la camisa de Changmin fueron soltados por Jaejoong, para darle paso a ese sector de su cuerpo que le había sido prohibido, fruto de miles de sueños indecentes, le recorrió con sus manos tibias, y pudo sentir con ellas su piel y sus tetillas erizadas, su lengua caliente comenzó a seguir el mismo camino que habían marcado sus manos, para subir y perderse en su cuello nuevamente.

Le habían dado el pase para hacer lo que no se atrevía, años queriendo hacerlo y hoy lo tenía para él solo. Lo despojó de sus ropas mientras el castaño se entretenía comiéndoselo a besos, le quitó su polera que le mostraba su delgado cuerpo estructural y que quería conocer de memoria. Lo recorrió con sus dedos, generándole esa sensación de placer en las partes más sensibles de su abdomen, solo hasta que se le habían acabado los sectores permitidos.

Lo tenía acorralado contra la pared a pesar de ser unos cuantos centímetros mas bajo que el, pero no quería quedarse donde estaba y sabia que lo permitido para los dos ya se había acabado y estaban en el limite de la indecencia. Lo tomó de nuevo de sus manos para llevarlo hasta su cama, donde ya habían avisado que pasarían la noche, haciendo que se recostara, se coloco entre sus piernas para continuar besándolo, quería comérselo a besos y no soltarlo nunca mas, tenerlo para él solo, amarlo y dejarse amar. Su lengua recorría su abdomen y bajaba hasta su ombligo, hasta encontrarse con esa parte que irradiaba calor y que sentía hinchada. Sin preguntarle tomo el botón de su pantalón para sacarlo de su lugar y permitirle continuar con los besos a los cuales Changmin miraba atento, su calzoncillo le indicaba que bajo el había algo que esperaba por Jae, paso su manos y notó lo caliente que estaba. El miembro de Changmin estaba latente, esperando por Jaejoong, el cual lentamente lo fue tomando con una de sus manos para introducirlo en su boca y comenzar a succionarlo.

Los gemidos de Changmin se hacían más fuertes mientras Jaejoong intensificaba el juego entre su lengua y su miembro, lo besaba y jugaba con el, mientras jae se entretenía de esa forma, Changmin se intentaba quitar su pantalón que tanto le molestaba, necesitaba despojarse de toda su ropa para entregarse por completo.

El castaño lo recorría completo con su lengua hasta alcanzar nuevamente sus labios, fue el momento donde Changmin comenzó a tener el control de la situación, lo tomó de su delgada cadera para dejarlo bajo el, ubicándose en la misma posición que lo tenia, entre sus piernas, comenzó a besar su cuello, pecho, bajando por su abdomen depositando su lengua en su ombligo, haciendo lo mismo que habían hecho con él. Desabrocho su pantalón para retirarle esa molesta prenda que le impedía conocer su sexo, y besarlo de la misma forma en que lo había hecho con él.

Lo tomó con fuerza y comenzó a masturbarlo, primero lento y luego mas rápido. Los gemidos de Jae se hacían mas intensos y placenteros, quería llevarlo al mismo cielo y hacer que gritara por él.

-Minnie…- gimió- Si sigues, terminaré y no quiero, quiero que lo hagamos…

Changmin dejo de masajear su miembro para arrodillarse frente al Jae entre sus piernas, tocando su entrada con uno de sus dedos para luego introducirlo y prepararlo para hacer el amor. Estaban húmedo de sudor, tenían sus cuerpos calientes y sedientos del otro. Lentamente Changmin introdujo su miembro en Jaejoong , el que se había sentado sobre el, lentamente Jaejoong movia su cuerpo, parecía danzar, se meneaba sobre Changmin con el sexo del menor dentro de el. Con una de sus manos Changmin acariciaba el miembro de Jae, haciéndolo gemir y temblar del placer, se besaban intensamente, y ninguno aminoraba el sonido de sus gemidos, susurrando sus nombres.

-Te… amo… Jae- Le dijo Changmin entre gemidos, mientras masajeaba el sexo de Jae dejándolo sin respiración.

-Te…. A... mo… Minnie- Las envestidas eran cada vez mas rápidas, sus cuerpos apretados y excitados temblaban de placer, terminando en los cuerpos cansados y extasiados. Calleron en la cama besándose tiernamente entrelazando sus manos para iniciar la primera noche juntos en ese departamento que les vio crecer, sufrir y amarse.
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No es cosa de tiempo Capitulo 6

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Desde ese día sus pensamientos se habían volteado a Changmin, el pequeño que se había marchado el mismo día de su graduación, en estos momentos no sabia su paradero y había perdido todo contacto con el, aunque le había buscado preguntando e insistiendo nadie le decía nada, Jaejoong sabia que Junsu conocía el paradero de Changmin y no se atrevía a preguntarle ni a insistirle.

-Jae, acuérdate que tenemos los exámenes de admisión la semana que viene, tienes que estudiar mas- Yunho que a pesar de que la atención de Jae en estos momentos no era el ni los estudios, continuaba acompañándolo como si nada hubiera ocurrido.

-Perdóname Yun, hoy quiero estar solo, pensar y…

-Eres un estúpido Jaejoong.

-Lo se… perdóname.

-No te tengo que perdonar nada, eres un estúpido por que por tu estúpido orgullo, has perdido a alguien muy importante para ti. Por tu culpa todo los hemos pagado la distancia de Changmin. Ahora no sabemos donde esta, ni como esta. Te has comportado como un imbécil.

-Tu no entiendes Yun.

-Si entiendo, tienes miedo y tuviste miedo a que nada funcionara y a terminar odiando a tu mejor amigo, no fuiste capaz de conocer sus sentimientos. Fuiste un egoísta por que solo pensaste en ti, no pensaste en nadie mas, ni siquiera en nosotros y preferiste engañarte hacer como que me querías ¿y si yo te hubiera amado Jaejoong? ¿y si yo te quisiera como lo hace Changmin?, eres un estúpido, perdiste a la persona que mas te ha comprendido y que mas te ha querido.

-Yunho!- grito corriendo a los brazos del que era su hermano, para hundirse en lagrimas y ahogarse en su cálido aliento- no se que hacer, ya lo perdí y fui un tonto, no quería darme cuenta de lo que sentía, lo quiero tanto, el era el único con el que podía estar todo el día y no aburrirme, le hice tanto daño Yun! No me lo perdonare nunca, necesito verlo, lo necesito a mi lado, no se donde esta, lo he buscado y nadie quiere decirme nada. Junsu sabe pero no me dirá, Changmin le debe haber pedido que no me digiera nada.

Su llanto no apagaba sus palabras mientras intentaba desaparecer en los brazos de su amigo.
Desde ese momento la vida de Jaejoong había cambiado, le costo darse cuenta que lo que había hecho había sido lo peor en toda su vida, todos menos el sabia cuanto quería a Changmin y creyó que por no lastimarlo seria mejor no estar juntos. Habían Terminado el instituto, y no tenían nada mas por hacer.

Cinco años habían pasado. Desde ese día en que se despidieron bruscamente, ese día, por mucho tiempo que había pasado, no había sido olvidado por ninguno de los dos. Cinco navidades, cinco cumpleaños que a partir desde ese día habían celebrado por separado. Uno tenia 23 años mientras que el otro tenia 21, ambos eran hombres grandes y maduros que sabían que cada decisión que tomaran acabaría dejando alguna consecuencia en sus vidas, ambos no habían podido superar la separación, a pesar de que habían pasado cinco años.

Jaejoong no había entrado a estudiar, ese año no se presento a rendir los exámenes de admisión a causa del poco estudio y de su escasa concentración. Había conseguido un trabajo en un restaurantes importante donde como mesero había empezado a escalar puestos poco a poco donde ahora se encontraba como jefe del personal de atención al público. Changmin a diferencia del delgado chico de pelo castaño claro, estudiaba música en una universidad de su ciudad.

Changmin había cambiado, pese a que la distancia con Jaejoong aun no podía superarla, había aprendido a vivir con ella. Detrás de sus anteojos se escondía su mirada entristecida la cual la cual a pesar de haber conocido nuevos paisajes, personas y cosas, extraña vez demostraba alegría.

Había crecido, se había desarrollado como hombre mientras estudiaba música la que le había acompañado y en la que había reflejado sus sentimientos.

Debía viajar a Seúl, cinco años habían pasado desde que el no visitaba su ciudad natal y donde tenia que ir en busca de repuestos para su vieja guitarra. Dos horas se demoraría el viaje, estaría tres días y volvaria para continuar con su vida. Nadie sabría que había regresado, no quería recordar su adolescencia triste y lastimera.

Tomo el bus que lo llevaría de regreso y prendió su reproductor de música para escuchar sus últimas creaciones durante el viaje, intentaría dormir y no recordar.
Sus pies pisaron Seúl después de dos horas y media de viaje, tenía sus piernas, largas, algo acalambradas por lo que necesito de algunos minutos para recuperar su movilidad perfecta.

Miro al cielo y luego su alrededor, todo parecía igual al día que había abandonado esa gran ciudad, camino a la salida para buscar un lugar donde quedarse, tomo su celular y llamo.

-Junsu, soy yo Changmin- dijo sacándose ese orgullo que le había impedido ver a su amigo.

-Min! – grito emocionado y sorprendido por esa llamada.

El también había perdido contacto casi por completo desde el día que Changmin dejo Seúl, a pesar de que se llamaban para los cumpleaños seguían siendo grandes amigos- Donde estas?- pregunto.

-Su, estoy en Seúl, vengo por unos días y no tengo donde quedarme, ¿puedo ir a tu casa?

-Claro que si, vente de inmediato para acá! Debes tener mucha hambre! Ven rápido ¿sabes como llegar?

-Ehh… la verdad no, se que te cambiaste de casa, así que no se donde es.
-¿Dónde estas?

-en el terminal de buses.

-Espérame ahí, iré a buscarte, no te muevas de ahí.

Junsu arranco en su vehículo en dirección al terminal de buses tan rápido que debía asegurarse que Changmin se quedara en Seúl como había dicho y evitar que si le bajaba el arrepentimiento tomara el primer bus de regreso a su casa y no verlo nunca mas, iba a 120 km/hr para llegar lo antes posible. Se detuvo cuando llego y se bajo corriendo para buscar a su amigo, y ahí estaba, sentado viendo televisión en la sala de espera con un bolso, vestido de negro, con sus lentes cuadrados y su pelo largo.

Ese momento en que vio a Junsu era la primera vez en mucho tiempo en que esbozaba una sonrisa. Se abrazaron fuertemente, el tiempo que no se habían visto no les había pasado la cuenta, esa calidez seguía intacta MINSU seguía tan vivo como antes.

-Junsu!- Dijo Changmin soltándose un poco de ese fuerte abrazo- estas exactamente igual.

-yo no puedo decir lo mismo que tu! Vaya si que haz cambiado, nos has dejado pequeños a todos, los chicos estarán felices de verte, no te imaginas cuanto te hemos extrañado, y Jaejoong será el mas feliz de verte! Te ha extrañado tanto.

–decía hasta que Changmin lo interrumpió.

-no quiero ver a los demás, solo vine por tres días y a cosas muy puntuales, además los chicos deben estar ocupados, son días de trabajo.

-que tonterías dices, mañana mismo haremos algo los cinco, debemos juntarnos, tenemos que saber como has estado, han sido cinco años Min.

-pero…

-nada de peros, en mi departamento mañana, así que hazte la idea.

A pesar de todas las ganas que tenia de no saber de ninguno y de creer en estos momentos que llamar a Junsu había sido una mala idea, muy dentro de su corazón quería verlos nuevamente, incluso a el.

Era temprano y no alcanzaba el medio día aun, partieron al departamento de Junsu para almorzar algo antes de regresar a la rutina. Almorzaron juntos mientras se ponían al día de todas las cosas que habían hecho durante el tiempo que no se vieron, rieron como en esos años, bromearon como entonces, volvió su sonrisa a su rostro.

-Tengo que volver a la oficina Minnie, espero que no te moleste que te deje solo- le dijo mientras tomaba su chaqueta y sus llaves de la camioneta.

-No te preocupes, yo saldré en busca de los repuestos para la guitarra y algunas cosas mas que no hay allá, sal tranquilo que no se me ha olvidado caminar por las calles de Seúl.

Ambos salieron, de formas distintas por caminos separados, era extraño que Junsu saliera cerca de las cinco de la tarde a trabajar cuando cualquier otra persona hubiese considerado ese dia como perdido, mientras Changmin caminaba por las calles que alguna vez albergaron sus jugarretas de niño.

El frio comenzaba a caer poco a poco, su chaqueta negra, esa que siempre le acompañaba le permitía esconderse de el, sus lentes se empañaban por el vapor de su respiración, mientras las luces de las calles comenzaban a prenderse indicando que ya oscurecería. Caminaba si mirar a nadie, no tenia la intención de detenerse a saludar ni a buscar gente conocida. Sus recuerdos de ese entonces habían sido guardados en un rincón muy lejano en su memoria.

-Ten cuidado imbécil- dijo cuando uno de sus brazos choco con otra persona, un joven mas bajo que el, de cabello claro que se escondía en un abrigo café.

-Lo siento… lo siento mucho- le dijo el moreno haciendo una leve reverencia- no vi por donde caminaba.

Ambos se miraron unos cuantos segundos, Jaejoong sentía que hace mucho tiempo había visto a ese chico en algún lugar.

-¿Perdón? ¿Nos conocemos?-le pregunto

-¿Nosotros?, no lo creo –Changmin si sabia quien era ese que insistía en recordarlo.

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No es cosa de tiempo Capitulo 5

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Esa persona, por la que me habían rechazado a mi, era Yunho, uno de mis mejores amigos, ese que se comportaba como mi padre, que me regañaba cuando me comportaba como un niño pequeño o que me felicitaba cuando obtenía una buena calificación. Ese era yunho para mí y desde este momento dejaba de existir.
Estos sentimientos que nacían poco a poco en mi interior jamás los había conocido antes, eran sentimientos de odio, que nunca creí llegar a sentir por alguien.
Era enfermizo, me hacia sentir podrido, sicopático y loco, esto no me hacia bien.

-Hyung!!!!!!!!!! –grite por el pasillo para que Junsu me escuchará desde donde estaba, necesitaba hablar con el y su rostro al voltearse luego de escuchar mi grito comprendió lo que yo queria.

-Que ocurre- me preguntó agitado luego de haber corrido hacia mi.

-No quiero seguir acá, quiero irme, no quiero que sentirme como me estoy sintiendo sea una forma de ser.

Lentamente comencé a llorar, mi angustia me impedía respirar con normalidad y lo único que quería en esos momentos era desaparecer de la tierra o por lo menos desaparecer del umbral visual de todo lo que había compartido con Jaejoong. Me abrace sin dudarlo de Junsu mientras el rito de mis lágrimas se aceleraba y humedecía su hombro con la pena que me causaba mi primer amor no correspondido.

-No debes arrancar Min, debes enfrentar tus problemas – me aconsejó.

-Hyung, no quiero odiarlo, no quiero odiar a ninguno de los dos, no quiero que ese sentimiento inunde mi corazón, quiero hacer como que nunca existieron en mi vida, que nunca los conocí, ni que nunca formaron parte de mi. – lloraba.

-¿a quien no quieres odiar Changmin?

-A Jae y a Yunho, no quiero odiarlos, pero es tanta la rabia que siento en estos momentos que siento que solo alejándome de ellos evitaré ese sentimiento, Hyung, no quiero, no quiero – Sollozaba todavía apoyado en su hombro, la humedad de mi intenso llanto había logrado dejar una marca en la ropa de mi mejor amigo.

-A Jae y a Yunho??, pero Yunho que tiene que ver con todo esto?

-Ellos están juntos Hyung, por Yunho, Jae me rechazó, hacia el iban dirigidos los sentimientos que me menciono ese dia, en que lo bese, con el ha estado, desde ese dia, el se le debe haber declarado, los escuche en el baño, decian que ustedes entenderian, decían que todo estaria bien, pero no pensaban en nadie mas, no pensaban en el daño que me hacen a mi.

Junsu no dijo nada más, el solo me acompañó mientras me ahogaba en mis lágrimas, el sabia que de mis decisiones nadie me haria cambiar de opinión, por lo que no insistio y creo que de alguna forma se me olvidaría todo lo que habia dicho.

Desde ese día la relación con Changmin había cambiado por completo, de mi pequeño pasó a ser un completo extraño, pero no podía hacer más por él, era tanto lo que lo quería que no podía estar a su lado, mi hermano pequeño, mi Changmin.

Su distancia me había afectado enormemente, el saber que estaba lejos de mí por mi culpa me partía en mil pedazos, pero el solo dejar que estuviera a mi lado de una manera que no fuera de hermanos le haría mucho mas daño, si el quería estar así conmigo, pues entonces, era mas sano para ambos no vernos nunca más.

Era todo tan extraño, el grupo de amigos se había dividido de repente en dos grupos, Yoochun, Yunho y Jaejoong, y el otro de Changmin y Junsu. Aunque con Junsu nos se seguían juntando en clases. Y Jaejoong habría hecho lo mismo, de no ser él, el causante de todas las penas del menor.

Ya quedaban solo unos días de colegio, y aumentaban los nervios de dejar todo atrás, empezarían una vida por separado y lo mas importante de todo, es que ya no se verían tan seguido, o a lo mejor ya no se verían, pero seria lo mejor para ambos, el mezclar confundir sentimientos podía ser jugar a la ruleta rusa con una pistola recién cargada, era mejor distanciarse.

Flash back

Debía armase de valor, lo que había hecho debía valer la pena, le había dicho a Changmin que sus sentimientos iban dirigidos a otra persona, y esa otra persona era un amigo de ellos.

-Yunho- lo llamó para que se le acercar.

-¿Que pasa Hyung?-

-Necesito decirte algo importante.

No estaba tan lleno de nervios como creyó que iba a estar, ni siquiera su corazón latía apurado, sus manos no sudaban, no sentía lo que creyó que sentiría.

-Me gustas- le dijo, acercándose para abrazarlo despacio mientras sus manos se entrelazaban tras la espalda del perturbado chico que no sabia que responder frente a tal improvista declaración.- Yunho, me gustas, desde hace mucho tiempo.- Los brazos de Yunho correspondieron ese abrazo, que carecía de calidez.

-Eres tan extraño Jaejoong, no se que pensar con esto, eres una bomba de tiempo que no sabemos en que momento va a explotar y salir con las revelaciones mas extrañas que jamás podríamos haber escuchado, tu sabes que yo no te gusto, no me digas cosas así que me las creo.- le decía mientras tomaba el mentón del castaño para depositar un pequeño beso en sus labios cereza.- todos sabemos por quien estas interesado, no me vengas con que yo te gusto ahora si nunca te habías fijado en mi más que como amigo de tonteras.

Jaejoong miraba a Yunho sin entender lo que le decía, a el si le gustaba ese chico con el que estaba hablando en estos momentos, pero también sentía que quería demasiado al menor como para hacerlo sufrir mientras el pensaba en otro, o al menos creía eso.

-Yun, tu me gustas, no es cierto todo eso que dices, yo quiero estar contigo, te quiero mucho, todo el tiempo te he querido, desde el día en que nos conocimos, Te quiero Yunho, por favor sal conmigo.-Le pidió, estaba convencido de lo que estaba haciendo y de que era lo correcto.

-Esta bien Jae, Saldremos, pero… debes prometerme, que no te obligaras a quererme, que iremos con calma, y probaremos si funciona.

Todo estaba saliendo como lo tenia pensado, sus sentimientos hacia Yunho crecerían poco a poco y algún día el tiempo le daría la razón.

Fin Flash Back


La ceremonia de despedida estaba a punto de empezar, todos uniformados de forma correcta los cuatro amigos ya se ubicaban en sus posiciones para dar inicio a la última actividad en el instituto. Mientras un joven, delgado un poco mas alto que la mayoría de los chicos de ahí, esperaba a la entrada del salón, mirándolos atentamente.

-Señoras y Señores- dijeron dando inicio a la ceremonia de graduación- muchas gracias por asistir a la ceremonia de graduación de los alumnos de ultimo año de nuestro instituto, generación 2003…

Fueron las horas mas tediosas que jamás habían vivido, por que sabían que aunque el instituto no los uniera mas, lo seguiría haciendo su amistad. Los abrazos de felicitaciones iban y venían, lagrimas de algunos y risas de otros, sabían que muchos no se verían nunca más.

Se acerco lentamente para pronunciar esas palabras que tanto le había costado armar. No quería que le hicieran preguntas, pero seria difícil evitarlo. Solo no respondería.

-Jaejoong- le dijo a su espalda esperando que este volteara para conversar.

Su estomago se apretó de repente, había esperado esa palabra por casi un mes, y hoy el ultimo día, la había escuchado. Se giro para verlo, de la misma forma que lo miraba siempre, a pesar de no haberle hablado en un mes.

-Changminnie…

-No me digas asi, por favor, solo vengo a avisarte, me cambio de escuela, no terminaré aca, espero que estes bien, cuida de Yunho y de los chicos.

Su rostro demostraba toda la pena que tenia acumulada con el paso de los días, unas ojeras muy marcadas habían aparecido bajo sus ojos cafes,

-¿Dónde te vas? ¿Por qué te vas? Minnie…

-Lo siento Jaejoong, parto hoy, esta todo listo y tu no puedes hacer nada.

-Minnie, no te vayas…

Las manos de Jaejoong se afirmaron fuertemente del brazo del menor, sus lagrimas comenzaron ha aparecer sin aviso alguno, mientras la peor de las despedidas había llegado.

-Suéltame… -dijo arrancando su brazo para quedar de pie a su lado manteniendo la distancia.

-Pequeño, no te vayas, que voy…

-Tu no tienes que hacer nada Jaejoong, tu ya escogiste, cuida de Yunho y por favor no le hagas daño.

-No me digas Jaejoong!... Sabes que no me gusta que me digas así!,- Las lagrimas de intensificaban cada vez mas mientras lo tomaba por el brazo nuevamente para impedir que partiera.

-Desde ese día, ya no eres mi Hyung.

Su rostro no mostraba indicios de intranquilidad, Jaejoong podía armar un escándalo ahí mismo y el no se inmutaría de su “berrinche”

-Siempre sere tu Hyung Changminnie, siempre! No importa donde estemos, No te vayas, por favor!

-Y para que quieres que me quede??, para que vea como eres feliz con otro que no soy yo?, perdóname Jaejoong, seré menor que tu, pero no soy estúpido como para querer quedarme sentado de brazos cruzados viendo mi felicidad irse a otro lado.
Disculpame pero tengo que marcharme, mi bus sale en media hora mas- Caminó firmemente sin mirar atrás, mientras todos atentos a lo que ahí ocurria le seguían con la mirada.

-Por lo menos dime donde estarás, para ir a verte- Pero Changmin no respondió a su pregunta. Y camino, camino si mirar atrás ni a Jaejoong ni a lo que había pasado entre ellos, quería olvidar antes que odiar. Quería dejar de amarlo.

Y así partió Changmin, sin que yo pudiera detenerlo, dejándolo escurrirse como agua entre mis dedos, todo por mi culpa. Por la Culpa de Kim Jaejoong.
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