Dos Palabras, Una Consecuencia (YooSu)

On 23 de agosto de 2010 1 post

Este e smi primer One Shot y es mi primero YooSu como que no me gusta mucho esa pareja pero lo hice a pedido de una niña, espero que les guste. ^^

Nombre del One-Shot: Dos Palabras, Una consecuencia
Autor: Chio Changmin
Categoria: Shonen
Pareja: Junsu- Yoochun

El momento se acercaba, el día en que Yoochun daría el Sí definitivo, el día en que uniría su vida a esa mujer que decía amar, pero que en verdad era solo una forma de convencerse de las decisiones que tomó su familia para poder seguir surgiendo. Ella, la hija de un amigo de su padre, que se veía en la misma situación que él, un matrimonio arreglado.

-¿Supongo que estas listo, no? – le preguntó Junsu mientras arreglaba uno que otro detalle del smoking del novio.

-No se si listo, mas bien resignado, pero ya no hay forma de dar pie atrás- Su mirada estaba intentando entregar seguridad, pero Junsu lo conocía tanto que sabia que esa decisión no era la correcta. Lo había acompañado por mas de 6 años, más de lo que ese grupo formado por esa compañía había vivido, y hoy se separaban, porque él, desde ese momento formaría una familia, pertenecería a una mujer.

-Chun…- lo miró tomando con fuerza el bestón.

-¿Dime?- le respondió este sin siquiera dirigir su vista a lo que ya se imaginaba que vendría, pero de alguna u otra manera había querido convencerse de que solo sus presentimientos eran parte de su loca imaginación, que lo que pensaba de Junsu no era así.

Junsu no sabia si lo que diría seria lo correcto, había pasado tanto tiempo guardando “ese” secreto que lo mejor según él era seguir escondiéndolo, pero sabia por otro lado que seria la última oportunidad para poder lograr algo, luego seria todo mucho mas difícil.

-Nada, es decir – lo miró a los ojos fijamente- Quiero que seas feliz, no me importa con quien sea, si es con ella o con cualquier otra, quiero tu felicidad…

-Gracias – sonrió tomándole una de sus manos – no tienes de que preocuparte-

Pudo sentir como las manos de su amigo temblaban y sudaba, sentía su nerviosismo, sabia que cuando algo le pasaba su voz también temblaba y que sus nervios lo traicionaban hablando más de la cuenta.

-Me preocupo, por que veo que no eres feliz. – le lanzó de pronto sin pensar en lo que Yoochun podría entender.

Sus manos se apretaban aun más, Junsu era unos cuantos centímetros mas bajo que Yoochun, y para decirle todo lo que le estaba diciendo debía levantar un poco su vista.

- lo seré…

-¿Con ella? – le pregunto Junsu

-Tendré que serlo con ella

-¿Estas seguro? – insistió.

-No, pero no puedo hacer nada – le decía mientras le soltaba las manos y caminaba por la habitación donde se estaba preparando. Era una habitación grande, con una cama estilo occidental, una enorme lámpara que colgaba del techo y dos grandes ventanas que daban al patio donde se llevaría a cabo la ceremonia.

Se había sentado en esa cama apoyando sus brazos en sus rodillas, miraba al suelo, esperando encontrar una respuesta a lo que estaba pasando en esos momentos.

-¿Y yo puedo hacer algo?- le dijo impaciente, sin pensar por un segundo lo que estaba diciendo, quería poder hacer algo, quería detener la infelicidad de la persona más importante para el.

-¿Qué podrías hacer tu?- sonrió mirando como su mejor amigo se arrodillaba ante el para tomar nuevamente sus manos.

-Amarte- soltó entregándole un beso en los labios a ese que era su mejor amigo, su confidente, su compañero, el que se había convertido en su hermano, el que había sido su hombro en momentos difíciles, ese que lo había sostenido cuando habían dejado de ser cinco, ese que se reía en las dificultades, ese que lloraba a escondidas para que no lo vieran débil, ese que se entregaría en unos minutos a una mujer que no amaba y que se vería obligado a compartir su vida con una completa desconocida.

El beso fue correspondido, le besaba con la misma intensidad que el que se lo entregaba, no sabia lo que hacia, podía ser la angustia, podía ser amor, podía ser soledad, podía ser solo las ganas de arrancar.

-Junsu…- le susurró dando por finalizado ese beso intenso, mientras que el chico de voz aguda, con un rostro que combinaba con el color de las cortinas agachaba la mirada y escondía su vergüenza entre sus manos. – Yo, te amo…- sus lágrimas comenzaron a salir lentamente. – pero… no se que hacer en estos momentos.

-No te cases! Por favor!- le rogó con el mismo dibujo es sus mejillas hecho por las
lagrimas – por favor Yoochun Te amo, no quiero que cometas un error.

-Yo… no se que hacer… - la confusión invadía sus pensamientos, no sabia que era peor, si decirle a su padre que no quería casarse estando todo listo o decirle que estaba enamorado de su mejor amigo. - … No, no me siento bien, necesito pensar… déjame…

-NO! No puedo dejarte solo ahora –

-Yo... No se que hacer Junsu…. – su angustia se había transformado en un intenso llanto, sus manos temblaban, su pecho estaba apretado, no podía sostenerse en pie.

Ambos se abrazaban llorando sentados en esa cama, cuando la madre de Yoochun entró a la habitación y fue testigo de esa angustiosa escena.

-Hijo – comenzó diciendo mientras entraba a la habitación- ya esta todo listo.

-Madre… Yo- no alcanzó a decir más antes de volver a llorar.

-Junsu, quiero pedirte que me dejes hablando a solas con mi hijo por favor. –

Junsu solo salió de la habitación sin decir nada cerrando la puerta por fuera pero sin alejarse del lugar donde estaban conversando madre e hijo.

- ¿Qué sucede Hijo? – le preguntó mientras se sentaba a su lado y secaba las lagrimas del joven.

-Yo… madre… no quiero casarme… no quiero hacerlo…

-¿Por qué no quieres? – lo miró con tristeza al ver a su hijo sufriendo

-Yo estoy… enamorado de otra persona- le dijo abrazándola y ahogando sus lagrimas en su pecho, era su madre, aunque hubieran vivido por muchos años separados siempre habían estado conectados de una forma especial, desde la separación de sus padres, y cuando partieron rumbo a Estados Unidos y hoy cuando ella se había dado una nueva oportunidad con su padre y haber formado nuevamente una familia.

-Es Junsu cierto? – lo miro entendiendo todo lo que su hijo podía sentir.

-Si

-No hagas lo que no sientes… JUNSU! Deja de escuchar esta conversación y entra.

Junsu asomó su cabeza sonriendo, esa señora lo conocía de hace tanto tiempo también que ya en más de una ocasión. – Entra, necesitamos conversar – El joven se apresuró en ingresar a la habitación asegurándose antes de cerrar con pestillo para que nadie pudiera interrumpirlos. La madre de Yoochun tomó las manos del joven que venia llegando – Quiero que cuides de mi hijo, que por nada del mundo lo hagas sufrir, quiero que sean felices. Ahora cámbiense de ropa y váyanse, yo le avisare a tu padre todo lo que esta sucediendo, no se despidan de nadie, solo preocúpense de que nadie los vea, por lo menos por un tiempo, hasta que la rabia de algunos baje.

Los dos asombrados de lo que escuchaban no sabían que hacer, para donde moverse ni que decir.

-Muévanse si no quieren que me arrepienta!

Yoochun miro sorprendido al otro joven, sus lágrimas ya habían desaparecido y solo pudo tomar una de sus manos para correr juntos a cambiarse de ropa y partir hacia un lugar donde no tuvieran que darle explicaciones a nadie. Mientras su madre tomaba rumbo hacia una de las conversaciones mas difíciles de toda su vida, pero la felicidad de su hijo era lo que mas le importaba, el fue el que le entrego la oportunidad de ser feliz nuevamente, hoy tenia que ser ella la que se la entregaba.

-Yoochun – le dijo Junsu deteniéndose antes de cerrar la puerta de donde se cambiarían de ropa, para entregarle un segundo beso, pero que contenía felicidad, entrega.

-Junsu…

Ese beso, lleno de caricias les permitió entender que lo que estaban haciendo era lo correcto, el ser felices juntos, sin importar que.


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Espero que les haya gustado ^^

1 post:

yoorin dijo...

woo me encanto!!
muchas gracias!!
te kedo muy bien
de verdad k me encanto!
es k amo el yoosu!!
wiii!! soy feliz!! mi vida sin yoosu no es vida!